El viejo paradigma del mochilero parece haber cambiado mucho durante estos últimos años. Es que hoy en día, junto con los infaltables de siempre, justo entre la carpa y las latas de comida, se suma un nuevo compañero de ruta: es el mundo virtual que los acompaña ahora en cada una de sus travesías y que se materializa en cualquier tipo de dispositivo que les resulte práctico y accesible al uso. Y, si bien quedan todavía algunos rincones del mundo donde la conexión es casi imposible y uno puede estar aislado de todo y en contacto con nada más que el pedacito de tierra que te rodea, desde prácticamente cualquier lugar se puede estar conectado simultáneamente a muchas de las plataformas virtuales que hoy acompañan al mochilero en sus viajes.
Este nuevo mundo de posibilidades que se abre les permite compartir desde casi cualquier parte del mundo y estar, en cierto modo, presentes en más de un lugar a la vez.Ofrece una posibilidad de simultaneidad antes impensada: el hecho de poder subir fotos o compartir experiencias en cualquier momento y desde cualquier lugar acorta las distancias al mismo tiempo que las expone.
Las distintas alternativas que las plataformas virtuales ofrecen pueden disparar a los usuarios a una innumerable variedad de usos. Incluso existen blogs de mochileros famosos que encontraron en la web un modo de hacer de sus viajes una profesión y van relatando anécdotas, compartiendo historias y subiendo imágenes desde los distintos destinos que visitan, como es el caso de Aniko Villalba y su blog “Viajando por ahí”. Así como también, en su función de facilitar soluciones a los usuarios, se ofrecen gran cantidad de aplicaciones desarrolladas especialmente para las necesidades de los mochileros.
Estas plataformas digitales llegaron aún más lejos que el mero compartir e intercambiar experiencias y lograron, en ciertos casos, funcionar como una verdadera comunidad. Tal es el caso del grupo de Facebook Mochileros – Argentina.
Tras las huellas de los mochileros en la red
Gracias a la técnica de la etnografía digital, que nos permite aplicar los conceptos, metodologías y técnicas de la etnografía tradicional en ambientes virtuales, nos fue posible identificar dentro del grupo ciertos patrones de comportamiento que acapararon nuestra atención. La posibilidad de observar científicamente estos espacios digitales nos permite superar los obstáculos del espacio y del tiempo, puesto que el sitio en que se encuentra su objeto de estudio está, en cierto modo, desterritorializado. Los datos digitalizados están disponibles en internet, todo el tiempo y para casi todos nosotros. Además, nos permite eliminar la posible influencia que la presencia del investigador pueda ejercer en el campo estudiado.
Es así que pudimos observar durante una semana el comportamiento del grupo, haciendo hincapié en ciertos parámetros que nos permitieron comprender en profundidad la dinámica grupal dentro del campo observado. Basándonos en datos concretos, como los contenidos compartidos por los usuarios y los administradores del grupo, las respuestas que el resto de los usuarios tenían hacia estos contenidos y lo que esta interacción generaba, pudimos observar varias pautas llamativas a la hora de re significar el nuevo paradigma del mochilero.
El grupo observado cuenta con 8762 miembros de todas las latitudes del país que se encuentran viajando por el mundo, dispone de un compilado de archivos y links que ponen a disposición de los usuarios los tips básicos a la hora de agarrar una mochila y emprender un viaje, pero son precisamente estos usuarios los que ofrecen la mayor cantidad de información, consejos y material útil. La vorágine de comentarios, elementos compartidos y consultas mantienen al grupo activo constantemente; incluso resulta innecesario que los administradores del grupo realicen publicaciones para generar la participación de los miembros: durante los siete días de observación, hubo siempre un promedio de 40 nuevas publicaciones por día y sólo una de todas ellas fue generada por un administrador.
Lo que llama realmente la atención es el nivel de participación que hay dentro del grupo y el grado de solidaridad que tienen los miembros entre sí, incluso sin conocerse. Luego de cada consulta que alguno de los miembros realiza, los comentarios o “me gusta” no se hacen esperar: a los pocos minutos ya cuentan con aproximadamente unas quince respuestas, sin excepción. Pero además, las respuestas son siempre muy completas, detalladas y explicativas, son pensadas y denotan interés por parte de los que comentan.
Las consultas más frecuentes son aquéllas que inquieren acerca de rutas recomendadas, opciones de alojamiento, tips para lugares puntuales, precios estimados de los diferentes destinos o diferentes tipos de cambio monetario. Pero no son los únicos contenidos compartidos.
Muchos de los usuarios han llevado incluso más allá las posibilidades que ofrece el grupo a la hora de crear lazos y lo utilizan como un espacio donde buscar y encontrar nuevos compañeros de ruta. Parte de las publicaciones que los usuarios hacen a diario apuntan a proponer un destino tentativo y preguntar “¿quién se suma?”, en busca de un grupo de viaje. Y, como es de esperar dada la dinámica co-participativa del grupo, no tardan en aparecer los usuarios que se prenden a la aventura. Tal es el caso, por ejemplo, de Julián Uhalde:
Ocho minutos después aparece el primer comentario: es Marina Nieto comunicándole que “ahora son 6”. A los pocos minutos se suman Denise Strugo, Fran Gigena, Florencia Musso y la lista sigue. Una hora después de haberse realizado la publicación, cuenta ya con aproximadamente 25 me gusta, 40 comentarios y la lista de viajeros que se van para Ecuador parece haberse alargado bastante.
Nunca faltan, además, los usuarios que piden mochilas o carpas prestadas (estos reclamos también tienen respuestas favorables a los pocos minutos y es en casos como éste cuando más se nota el sentido de comunidad que se crea dentro del grupo), los que simplemente comparten fotos del lugar en que se encuentren, sensaciones que van experimentando a lo largo de sus travesías y los oportunistas de siempre que usan al grupo como un medio para publicitarse (aunque son los que menos respuesta de los demás usuarios tienen).
La dinámica del grupo nos permite pensar el impacto de las nuevas tecnologías de comunicación digital y el modo en que éstas resignifican los diferentes escenarios en que se desarrollan las relaciones y los procesos socioculturales. Estas herramientas no sólo recrean modos de compartir un nuevo espacio-tiempo, sino que también implican otra manera de “estar juntos”, de conocer y conocerse, de ser y de hacer en el mundo. El hecho de que la conexión virtual se haya convertido en una herramienta más de los mochileros a la hora de viajar, que muchas de sus inquietudes hoy se resuelvan con la instantaneidad que permite la red y que las nuevas plataformas virtuales sean ahora un “lugar” más desde donde emprender su viaje, nos permite reformular viejos paradigmas. Además, estos escenarios que aparecen confluyen en nuevas necesidades y permiten que se desechen otras.
Cabe destacar que el uso de cualquier tecnología es siempre un fenómeno social y, como tal, está situado dentro de determinados contextos histórico-culturales. Entendemos que esta dinámica grupal surge en respuesta de una necesidad de relacionarse, consultar y compartir y de las brechas que se abren ante la posibilidad que estos nuevos canales de comunicación permiten: el mayor alcance, la rapidez, la integración y la interacción. Sin embargo, sigue siendo llamativo cómo, a partir de la construcción de una identidad que caracteriza a los mochileros argentinos, se termina construyendo una comunidad que resulta ser tan virtual como activa y real.
Por: Mariana Dalpino y Paula García Mazza. Estudiantes del Seminario Ciberculturas 2013
Bibliografía
ü Christine Hine; “Etnografía virtual” – http://www.uoc.edu/dt/esp/hine0604/hine0604.pdf
ü Comba S. y Toledo E.; “Comunicación digital: una reflexión sobre los usos sociales de la computadora” – http://www.bubok.es/libros/173153/comunicacion-digital-una-reflexion-sobre-los-usos-sociales-de-la-computadora
ü Ministerio de Educación, Conectar Igualdad; “Consumos Digitales Culturales” – http://bibliotecadigital.educ.ar/uploads/contents/TIC_ConsumosCulturalesPARAokFINAL1.pdf
ü Galvez Mozo Ana M.; “Sociabilidad en pantalla. Un estudio de la interacción en los entornos virtuales” – http://www.aibr.org/antropologia/44nov/articulos/nov0511.pdf
ü Comba S., Toledo E., Carreras M., Duyos L., Mayol M., Casal L. y Stra S.; “Comunicación y contenidos en los medios sociales” – http://inmigrantesvirtuales.blogia.com/2013/082201-comunicacion-y-contenidos-en-los-medios-sociales.php