10-Jaime-Serra-El-pan-2013

La emergencia de la prensa escrita en las sociedades occidentales del siglo XIX puso a circular una red de narraciones en el campo social, reconfigurando las relaciones sociales de la época y los modos de producción, circulación y recepción de los regímenes semióticos.[1]Este fenómeno se produjo por razones tantos técnicas como políticas culturales, lo que desembocó en una reconfiguración de la arquitectura de la información de los contenidos en la prensa escrita, modificándose los contextos de producción de contratos de lectura y las condiciones de producción,  lo cual implica que se produzcan nuevos modos de modelización de las subjetividades en el medioambiente mediático y que le son característicos.

Así se establece una nueva relación entre los agentes intervinientes en las relaciones de producción de sentido que son internas a la construcción del fenómeno comunicacional, en la cual los regímenes de información entran en un juego del cual emergen las discursividades que soportan regímenes de verdad dentro de los contextos de justificación; y estos son (re)producidos por el público, provocando un fenómeno en el orden de la repetición[2]

El aumento del volumen de los flujos semióticos que circulan en el cuerpo social a lo largo del siglo pasado es un dato no menor para comprender los cambios que se produjeron en la forma de narrar las noticias, lo que desembocaría en la emergencia de la infografía como un discurso que se pone en función del lenguaje periodístico.  Estos cambios hicieron que la prensa como dispositivo social  se estabilice como una institución social,  con sus propias lógicas y dinámicas[3] , haciendo una captura y captura las  percepciones de los públicos, trabajando sobre el plano sinestésico y cenestésico de éstos.

Por otro lado el avance de las tecnologías digitales produjo dos efectos: por un lado, los flujos de información adquirieron un mayor volumen, lo que provoca que la producción de las sustancias de contenido sea más dinámicas y flexibles; y por el otro lado, la consolidación de las infografías en el medioambiente mediático como una agenciamiento de expresión en los procesos de semiotización de la prensa, que modeliza y produce, a la sombra de regímenes de signos mayoritarios, una doble captura: de los públicos como modos de ser característicos del semiocapitalismo; y de sus modos de hacer, es decir de las relaciones (sentidos, contratos de lectura, etc.) que estos establecen con el dispositivo.

Distintos tiempos, otras modas, otras expresiones

En “Efectos de agenda” Eliseo Verón explicaba que información, conocimiento y saber son flujos de signos que no se deben confundir, entre sí,  y que la diferencia entre éstos no radica en una diferencia ontológica, en su naturaleza en sí, sino que ésta se encuentra en la velocidad relativa que toman cuando se conectan en los distintos contextos por donde circulan, ya que de acuerdo a éstas van a adquirir su velocidad relativa.

La percepción de los flujos semióticos  por parte de los modos de ser y las capturas de la atención de éstos es lo que permite hacer una caracterización del dispositivo. Las tecnologías mediáticas  tienen la capacidad de alterar las velocidades relativas de los flujos informativos en los contextos de circulación, modificando los modos de hacer de los contextos de información y en los modos de recepción de los regímenes informativos.[4]

Otro elemento a considerar en estos cambios son las transformaciones que sufrieron en el orden sintáctico los contenidos, por causa de diversos cambios en los dispositivos tecnológicos, la organización de los mismos en el significante fueron variando haciendo variar la organización del contenido en el soporte. La arquitectura de la información de los medios fue modificada por el avance de la infografía en el soporte significante, obligando a la prensa a producir nuevos grids en los nuevos espacios de composición que relevan los formatos más clásicos[5]. Los nuevos modos de organizar los contenidos produjeron nuevos guiones de acciones, tanto para la producción y validación de contratos de lectura como para la realización de las arquitecturas de la información el ordenamiento jerárquico de los contenidos.

La infografía como un nuevo modo narrativo permitió la introducción de códigos semióticos de naturaleza semiótica heteróclita que el discurso escrito pueda formar un complejo de sentido, logrando una nueva literalidad periodística.

Michel Foucault explicó que cada época tienen sus dispositivos que la caracterizan. Y Gilles Deleuze le agrega que ninguna época es precedida por los regímenes de signos que la expresan. Estas dos ideas nos ayudan a comprender la emergencia de las infografías en la prensa, además de que las ponen no como una herramienta más para ayudar a narrar el hecho comunicacional, sino que nos muestra su naturaleza de género periodístico en sí mismo.

Los dispositivos técnicos característicos del semiocapitalismo actúan sobre la percepción, a través de la distancia[6], modificando los modos en que las tecnologías modelizan nuestros procesos de subjetivación a través de economías semióticas, alterando la relaciones sinestésicas y haciendo que el medioambiente se haga más dinámico.

Como consecuencia de los cambios involucrados en el proceso de mutación de las tecnologías mecánicas (analógicas) a las digitales, la prensa fue modificando sus modelos de hacer, creando nuevos contratos de lectura y transformando sus “lectores” ideales, e incluso las prácticas periodísticas.

Nuevos problemas…

Los procesos de inclusión de nuevas tecnologías en el medioambiente de la prensa trajeron aparejados cambios significativos que modificaban la forma de organizar los contenidos y de producir a la figura subjetiva del “público”. Esta situación hizo que la prensa como dispositivo social buscara nuevos regímenes de signos que apelasen a este nuevo tipo de subjetividad que estaba modelizando y que los viejos géneros periodísticos ya no podían subjetivar, causando una disminución en la “perfomance”  de los guiones propuestos por éstos.

Los contratos de lectura propuestos por la prensa ya no funcionan, provocando la pérdida de un vector de sentido, no pudiendo subjetivar al lector que apelaba, cuyo andar ahora es errante por el territorio de la semiosis. Ahora la figura subjetiva tiene una nueva competence que produce nuevasestrategias de lectura  que organizan  unas series de  operaciones que no se implican en la experiencia de lectura de los medios tradicionales.

Los guiones de acción propuestos por los dispositivos de prensa electrónicos[7] están configurados desde la arquitectura de la información para que el recorrido propuesto sea más hipertextual, modelizando al público más como un espectador que como un lector. Los contratos de lectura que se establecen generan conexiones no solo con un discurso escrito, sino que ahora se encuentran otros tipos de textos ((http://interactivos.lanacion.com.ar/censo/#Hogares_Sin_Computadora-intercensal), produciendo una interfaz ampliada[8] que supera los límites del dispositivo técnico, transformados en una agenciamiento maquínico de expresión con sus propias lógicas y dinámicas.

La nueva interfaz se conecta con otros regímenes de signos, ya no tomados como simples mediadores, sino que se parecen más a cuerpos y no solo simple mediadores, produciendo un medioambiente que hace nuevos procesos de subjetivación bajo nuevas modelizaciones semióticas que no coinciden con la vieja figura subjetiva del lector de prensa clásico. Este es un punto crítico ya que estas transformaciones implican un proceso de vaciamiento de la subjetividad, haciendo que el lector no pueda se modelizado bajo la idea de lector clásico, ya que se está interpelando a un nuevo sujeto que produce otras operaciones de sentido. Esto provoca que no haya una implicación en la experiencia, haciendo que las conexiones que establecen los nuevos públicos sean lábiles con los regímenes semióticos, habiendo una hiperconectividad que provoca una lectura dispersa[9].

La Infografía: un nuevo modo de expresión para narrar lo noticiable

La noticia es un género literario que expresa acciones que se desarrollaron en un lugar/tiempo determinado, el cual para realizar esto tiene toda una serie de reglas internas, consecuencia de una modelización semiótica propia del dispositivo social, que le dan una lógica de sentido singular.

Pero la complejización del mediomabiente mediático, produjo una ruptura de los géneros estéticos lo que trae como consecuencia una hibridación expresiva que mezclan vectores estilísticos en el nivel de la expresión,  lo cual disminuye la perfomance del dispositivo para alcanzar los objetivos estratégicos planteados por el dipositivo.

El hacer/hacer  y el poder/hacer  del medio es puesto en crisis, lo que implica una modificación de los modos de hacer y de los diferentes contextos planteados por Eliseo Verón. Pero como bien menciona Foucault, los dispositivos tienen maneras de modificar sus estrategias semióticas, de modificar los cuerpos.

La infografía emerge como una máquina expresiva[10] que por medio de la hibridiación de distintos regímenes semióticos significante, construye un proceso de subjetivación a través de dispositivos comunicacionales, que conlleva una nueva composición de los elementos que intervienen en la construcción semiótica del fenómeno comunicacional.[11]

Una nueva resignificación en los guiones de acción propuestos por los contratos de lectura, configuran un lector ideal que realiza un recorrido hipertextual y más dinámico. Este tiene la “competence” de ir componiendo recorridos de sentido en la conexión con los distintos regímenes de signos que aparecen expresados en la infografía, logrando componer la experiencia semiótica propuesta a partir de la convergencia de varios códigos diferentes.

Si bien la infografía tiene aparición en la prensa escrita hace relativamente poco tiempo[12], los medios gráficos adoptaron rápidamente este nuevo género periodístico en sus estrategias de comunicación con el objetivo de obtener un mayor  impacto visual para poder atraer la percepción del nuevo tipo de público que está en construcción.  Pero el asunto se pone más crítico con  la aparición de los soportes digitales  que permiten que el crossover  de  materias significantes puedan componer una misma forma de expresión, lo que permite que el sentido del acontecimiento sea construido por el público de una forma más veloz, por las lógicas propias de los signos que la integran.[13]

La cantidad de flujos de datos que circulan por el cuerpo social ha crecido exponencialmente. Distintos teóricos aportan a la discusión de que en este contexto se puede encontrar  la información que se desea con tan solo conectar y desconectar signos a través de una estrategia de sentido para producir un flujo de información.[14]

En este caosmosis mediático, la  infografía se transforma en nuevo género textual (http://silviacobo.com/las-columnas-poco-convencionales-de-jaime-serra/) en sí, ubicándose como una función expresiva del código propio del dispositivo prensa, sobre todo a la hora de decidir qué fenómenos comunicacionales son dignos de ser narrados a través de ésta.

La emergencia de la infografía en las estrategias semióticas de la prensa (tanto en analógica como en digital) modificó el mapa de la circulación de los regímenes discursivos en la opinión pública y los modos de producción del fenómeno comunicacional y la subjetivación de los públicos.

Pero no solo las condiciones de recepción y la modelización de públicos se vieron modificadas, sino que la puesta en expresión en el texto del hecho noticioso y sus dispositivos también han modificado la forma en cómo esto subjetiva a los periodistas y la composición de los diarios, ya que la lógica infográfica no sigue los mismos principios que la de la noticia.

El espacio institucional tuvo que variar el espacio y los tiempos la administración de los cuerpos y los equipos técnicos que componían las redacciones periodísticas, teniendo esto como resultado un cambio en las relaciones y en la producción de los vectores de información. Las nuevas estrategias de sentido implican que los guiones de acciones que conforman la competence  cambien las maneras de relacionarse dentro del espacio institucional, cambiando las modelizaciones que subjetivan al periodista.

Este nuevo proceso de subjetivación implica que los agentes que intervienen en este fenómeno semiótico se conecten con nuevos elementos, cambiando la performance periodística y el hacer/hacer y el saber/hacer periodístico. Los espacios institucionales como una máquina expresiva se modificaron en función a un nuevo orden de producción infográfica donde se han multiplicado exponencialmente los flujos de datos.

A modo de cierre, podemos afirmar que la infografía es una formación discursiva típica del semiocapitalismo conformado por regímenes de signos particulares con una organización lógica particular en su interior, que producen vectores de sentidos específicos que construyen el hecho noticioso. Entender el carácter dinámico de lo noticiable como signo y que la infografía es una forma de expresión de esta forma de contenido, es primordial para entender la complejidad y las dinámicas de las relaciones semióticas que conforman el campo cultural.

C. Ezequiel Viceconte

[1]             .-Si bien la sociedad occidental se ha destacado por el carácter oral, a partir del temprano capitalismo se da el fenómeno de los salones, en donde las familias aristocráticas se reunían y discutían asuntos de interés socio políticos en estos)

[2]             .-Resumidamente este juego semiótico es lo que se dio a llamar dentro de las teóricas comunicacionales como efectos de agenda

[3]             .-Este medioambiente mediático se terminaran de estabilizar como un punto de subjetivación con el desarrollo y la expansión de los medios audiovisuales y sonoros

[4]             .-Aunque hoy exista una mayor producción de economías semióticas, esto no implica que permitan la emergencia de los originales, sino que al contario, esta producción se realiza a partir de “grids” semióticos que garantizan la reproducción de los géneros narrativos en el socius.

[5]             .-Un ejemplo de esto en los soportes analógicos en el cambio del tamaño del soporte de los diarios que paso de un tamaño sabana  a un formato tabloide.

[6]             .- esta tesis, desarrollada por Mauricio Lazzararo, sostiene que los medios digitales actuan modificando la distancia de los agentes, tanto himanos como tecnicos, que intervienen en la relación semiotica.

[7]             .- Cuando hablamos de dispositivos electrónicos, lo hacemos con el mero fin de diferenciarlos de los dispositivos mecánicos, propios de una etapa anterior del capitalismo.

[8]             .- Rescatamos la idea de Interfaz ampliada que propone el semiólogo argentino Elíseo Verón.

[9]             .-Esta actividad está mal identificada como aburrimiento como un modo del estar que se identifica con una quietud, sino que por el contrario, este está más cerca de las hiperconexión y con la falta de implicación en la situación estética.

[10]           .- El concepto de máquina expresiva es utilizado por Deleuze y Guattari para explicar los procesos de enunciación y de producción semiótica que se dan en los agenciamientos, dando la idea de que este tipo de producción está cerca de una economía semiótica.

[11]  Inclusive los periódicos han cambiado la composición del espacio en sus formatos digitales para incluir una sección que contiene infografías. Un ejemplo de esto es el del diario argentino La NACION (http://vozdata.lanacion.com.ar)

[12]           .- Si bien ya en el año 1786 William Playfar comienza a  utilizar  los gráficos estadísticos para facilitar la comprensión, es a partir de la segunda mitad del siglo XX donde las infografías adquieren status de género textual y empiezan a avanzar en los espacios de composición de los periódicos, gracias al avance tecnológico  aplicado a los recursos gráficos, hecho que se verifica  en la historia de los medios.

[13]           .- Por su naturaleza analógica con lo real, el sujeto puede realizar la operación cognocente de una manera más dinámica con el signo icónico.

[14]           .- Este punto se inserta dentro del debate que tienen diversos autores de los medios digitales  y la producción flujos informativos que se dio a conocer como Big Data” (http://www.winshuttle.es/big-data-historia-cronologica/)