Docentes, investigadores y profesionales en gestión y estrategias de comunicación para organizaciones, reflexionaron sobre medios alternativos, comunicación popular, periodismo, redes sociales y el rol de comunicadoras y comunicadores en los tiempos que corren. Washington Uranga y Teresita Vargas tienen experiencia de sobra en coordinación de equipos de trabajo en comunicación y en asesorías a organizaciones sociales, entidades públicas y gobiernos. Desde hace tiempo ofrecen su aprendizaje a través de la enseñanza en diversas instituciones educativas del país. Y tener a estas valiosas personas juntas en un estudio de radio, predispuestas a dialogar, es una situación que un comunicador social no puede desaprovechar. La invitación de la Escuela de Comunicación Social les dio una excusa para visitar Rosario en el marco de la conmemoración por el día del periodista, y de esta manera participaron de un conversatorio que tuvo lugar en la Biblioteca Popular Pocho Lepratti donde también funciona FM La Hormiga, coorganizadores de la charla. Sucede que Uranga es editor del suplemento de Medios y Comunicación de Página 12 y, junto a Teresita, han publicado numerosos artículos en coautoría sobre participación ciudadana, comunicación masiva y lo público como lugar de la comunicación. Desde hace mucho tiempo, posan su atención en el tópico de la comunicación popular y comunitaria. La tranquilidad que aporta un estudio fuera de aire, una entrevista pactada con ayuda de la organización, los dotes académicos de quienes contestarán a la entrevista o una combinación de todos estos factores, brindan la posibilidad de extensos desarrollos. Las respuestas de Uranga y Vargas atan tres preguntas, algo distintas, en un paquete de herramientas y reflexiones sobre la actualidad de la comunicación. Sobre lo alternativo y la importancia de pensar el rol de la comunicación. —Permiso. Voy a poner a grabar. Uranga: —Bueno. Él tiene todas las prerrogativas éticas… —El protocolo ético se ha cumplido. Uranga (riendo): —¡El protocolo! Vargas: —Muy bien, muy bien. — Hace un tiempo vinieron a la Facultad representantes de radios comunitarias, integrantes del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO). En aquella situación se preguntaban qué eran como medios. ¿Consideran que hay medios alternativos? ¿Coinciden con esa definición? ¿Es la mejor palabra para definir este tipo de medios y de experiencias? Vargas: —Lo que yo creo en ese sentido es que hay proyectos políticos y que se convierten en proyectos de comunicación. Si a eso lo pensamos como alternativos, me parece que sí porque lo que están pensando es en realidades y proyectos distintos, en donde hay una perspectiva distinta de sociedad y comunidad. Me parece que los pensaría también como comunitarios y populares. Porque, precisamente, es construir desde la comunidad y en comunidad aquello que seguramente los medios de comunicación hegemónicos no hacen visible o no les interesa hacer visible. Me parece que la comunicación alternativa tiene que ver con alterar determinada situación y también alterar determinados sentidos hegemónicos que están instituidos, promover otros modos de pensar, promover otras miradas, otras prácticas sociales. Y sí, yo creo que hay muchos medios alternativos, que están peleando por eso y que están peleando por una sociedad más justa. Desde ese lugar van construyendo, por eso pienso que son proyectos políticos más que medios. Los medios son una herramienta para. A mí me gusta más pensarlos como proyectos políticos porque son medios que pensamos como una herramienta para poder transformar la realidad. Uranga: —Hay una definición que suele dar o que en algún momento nos dio Marita Mata. Cuando a Marita se le preguntaba cuál sería la definición de lo comunitario y de lo popular o de lo alternativo, Marita decía: en realidad no se define tanto por la comunicación, sino por el sujeto que ejecuta la comunicación, por el sujeto de la comunicación. Entonces, en la línea de lo que decía Tere, el que le da identidad a la comunicación es el sujeto que la practica o el sujeto que le da sentido. Es pensar que hay un sujeto popular, que además mira la sociedad desde otro lado y que tiene una perspectiva que es disonante respecto de la hegemónica que es la que construye comunicación. Y una cosa más, todo esto a mí me parece que no se puede pensar con el solo vocablo de comunicación, me parece que hay que pensarlo como procesos comunicacionales porque la comunicación, de lo contrario, se entiende como una instantánea, como un acto. Cuando se articula con los movimientos, con las organizaciones, necesariamente es una construcción de proceso, no es un acto, no es una manifestación en un momento determinado, es un proceso de construcción. Vargas: —Cuando dijiste vinieron de FARCO y estamos pensando si existen o no estos medios comunitarios o alternativos, inmediatamente pensé en esto que también venimos pensando con Washington: ¿Qué es ser hoy una comunicadora o un comunicador? y ¿Qué es serlo en el sentido comunitario? ¿Qué implica hacer comunicación entendiéndonos como responsables de la comunicación en la comunidad? ¿Qué tenemos que mirar como comunicadores y comunicadoras en nuestra comunidad para promover qué procesos? Me parece que pensar los medios es interesante e importante pero pensarnos nosotros en nuestra identidad política como comunicadores es fundamental también, porque estamos haciendo ese proyecto de comunicación, nosotros somos los sujetos, en la línea que dice Washington. Somos esos sujetos que hacen esa radio, somos esos sujetos políticos que hacemos esa radio, pero también somos los sujetos políticos que hacemos la comunicación en nuestro barrio y que hacemos la comunicación en nuestra universidad, que hacemos la comunicación en nuestra forma de mirar el mundo. Entonces, somos comunicadoras o comunicadores y ¿qué tipo de tal queremos ser? Teresita confesó que ese debate le resultaba interesante y, minutos más tarde, retomarían estas cuestiones en el conversatorio junto a Washington, estudiantes y docentes de comunicación y periodismo. Pero recordar a quienes conforman FARCO tenía su propósito y el diálogo continuaría con conceptos interesantes. —Les conté que vino FARCO pero no les conté qué fue lo que dijeron, me lo guardé para repreguntarles. Quienes fueron panelistas ese día coincidieron en que alternativos no era apropiado porque la idea de alternativo viene acompañada con la idea de medios para las personas que no tienen voz. Y en esa circunstancia, decían que voces tenemos todas las personas. Para FARCO, alternativos, achica lo que están haciendo. Manifestaban que hacen comunicación y que querían dejar de ser una experiencia. Uranga: — Esa mirada es correcta. Ahora, recorramos y busquemos históricamente de dónde sale lo alternativo. Lo alternativo es una formulación de Fernando Reyes Matta, chileno, quien en el año 1974 o 75 formula la idea de lo alternativo en función de lo alterativo. Y lo alterativo en función de lo que decía Tere, en función de lo social y de lo político, no respecto del escenario de los medios. Entonces, entiendo lo que puedan decir los compañeros y las compañeras: lo alternativo nos pone en la situación de marginales o de vocero de… eso es comprensible y yo estaría de acuerdo con eso. Lo que creo es que el lugar de la mirada alternativa es, por lo menos como lo entendemos personalmente, lo que Tere está planteando, es decir, desde el punto de vista político-cultural, porque son contra hegemónicos ¿no? Periodismo con Washington Uranga Uranga es editor de La Ventana de Página 12 y, a poco de conmemorar un nuevo día del periodista (cuando hicimos la entrevista), una pregunta sobre el oficio era casi una obligación. — Esta pregunta quizás es más para Washington ¿cómo contar hoy una buena historia? Uranga: — Para mí las buenas historias tienen que ver, otra vez, con los actores, con los sujetos de esas historias. Ahí yo me remito a lo que un montón de veces nos enseñó -hoy no se lee mucho- Osvaldo Soriano en Página 12. Osvaldo cuando se discutía el modelo, la estética, el estilo de página… una de las cosas que decía es: salgan de la pirámide invertida y cuenten historias, las historias siempre tienen un protagonista, la elección del protagonista es fundamental y no tergiversen al protagonista. Esto es lo que nos decía Osvaldo que, obviamente, tenía todo para escribir, ¿no? Y tenía esta facilidad de contar historias… Por ejemplo, de hacer una crónica política desde una historia, cuando contaba su diálogo con los inmigrantes que eran suecos o finlandeses… Pero es eso, es rescatar historias ¿sabés por qué? Porque, en todo caso, en las historias de los protagonistas está también el poder reflejar la complejidad de lo cotidiano. Yo puedo hacer un análisis económico pero lograr contar la complejidad de la cotidianeidad económica de las personas es mucho más accesible, mucho más comunicable ¿por qué? porque es el lenguaje común. Los economistas, por ejemplo, son muy difíciles de entender hasta que logran dar con mi historia. Si dan con mi historia y… se puede contar la inflación con estadísticas del INDEC, se puede contar la inflación también relatando qué te pasa a vos cuando vas al supermercado, cuando tenés que cargar nafta o cuando tenés que pagar el ómnibus. Estrategias de comunicación y redes sociales —Voy a poner a grabar de nuevo —dije. Uranga (bromeando): No, no. Nos ponés nerviosos así. —No sientan que estoy intimidando. Uranga: ¡Apunten, tiren! — Estaba viendo el cartel de medios de comunicación que tiene el estudio y pensaba… A la hora de elaborar una estrategia de comunicación ¿Qué lugar le confieren a las redes sociales? Uranga: —Primero, ¡hay muchos fuegos artificiales! Las redes tienen un papel, tienen un lugar, pero las estrategias no se pueden construir desde ahí. Las estrategias se construyen desde los actores y los actores en el territorio y, en algunos casos, las redes son centrales y en otros no. Depende del territorio y de los escenarios, el riesgo es empezar al revés. Muchas veces te pasa que vos vas y te encontrás con alguien que te demanda un laburo, una consultoría, y te dice: “mi trabajo es redes, mi trabajo es en redes. Yo quiero que vos me armes las redes.” Y vos tenés que empezar a decir ¿vos estás seguro de que son las redes lo que vos necesitás, o lo que tu público necesita? Y partamos de la base de que, en una cantidad de oportunidades, eso puede ser así ¿no? Me parece que si yo pienso una estrategia y pienso en la gestión de la comunicación, lo que no puedo es invertir el proceso: empezar por el final. Puedo llegar a las redes, y ciertamente muchas veces voy a llegar a las redes, lo que no quiero es empezar por ahí. Vargas: —Pensando en el proceso que hacemos de formación, lo primero que pido a mis estudiantes es que hagan un análisis situacional o un diagnóstico y lo primero que hacen es mirar las redes sociales. Más que mirar las redes sociales, yo digo ¿Qué están diciendo? ¿Qué quieren decir? y lo comparo también, con las radios o con una televisión. Y me acuerdo de que Gabriel Kaplún, una vez en un encuentro de radios comunitarias, dijo: “Ninguna organización necesita una radio si no sabe lo que tiene que decir”. Entonces, volviendo también a esta idea del comunicador o de la comunicadora en una organización social, de ese proyecto político que es la organización social, tiene que pensar primero qué es lo que quiere decir la organización y desde qué lugar lo quiere decir, y después elegir la estrategia más adecuada para decirlo. Porque digo, esa organización social, ese proyecto político, no le quiere hablar solamente a un público, tiene diversos públicos, y esa diversidad de públicos tenés que pensarlo en el uno a uno, en cómo llegar en el uno a uno. Entonces, ahí sí las redes tendrán un lugar, también tendrán los medios comunitarios otro lugar, también tendrá la televisión otro lugar, también tendrá, no sé, el café de la esquina, ¿no?. Una red conversacional. Si lo pensamos solamente en términos de redes sociales, me parece que restringimos la idea de comunicación, porque la comunicación implica poner en común sentidos, empezar a compartir esos sentidos, construir sentidos comunes. Y si decimos, bueno: tengo una excelente estrategia de redes sociales pero no sé qué está pensando la otra persona, no sé cuánto sentido ahí estás compartiendo, porque eso de que pongan me gusta dura eso, el segundo que pusiste me gusta. Yo pensaría más en estrategias de construcción de vínculos para construir proyectos, y la red seguramente puede apoyar algo ahí. Uranga:—Incluso te resignifica el uso de las redes, porque entonces en una lógica así, la red tiene una finalidad. El uso de las redes tiene una finalidad en el marco de un proyecto. Si no, trabajás ¿para qué? ¿Trabajás para un like? ¿Para una performance en Instagram? Pero eso no aporta más allá de lo instantáneo… para mi ése es el desafío. Llegado este momento, muchas personas ingresaron en el estudio: docentes, autoridades de la Facultad y de la Pocho. Se armó un debate, se recordaban lecturas y se ponían en discusión conceptos. Cuando se hizo un instante de calma, Teresita decidió aprovecharlo para continuar con la entrevista. Vargas: —No es que no queremos a las redes sociales, las queremos y las queremos mucho, pero la lógica no cambió: tener claro lo que querés decir para poder salir en las redes sociales, eso te pasa en la radio, en un programa de televisión. Lo que estás buscando es la mejor forma de llegar, siempre ¿no? con tu discurso, o con tu forma de entender el mundo, con tus mensajes. Uranga: —Esto que decía Aldo -uno de los docentes presentes- a mí me parece absolutamente clave, en esta discusión hay que recuperar históricamente el concepto de redes y la idea de redes, porque las redes no se inventaron con lo digital. En ese diálogo colectivo, Aldo había dicho que pensábamos en redes desde antes que las llamadas redes sociales existieran. Hubo quienes aportaron en esa discusión. Alguien mencionó el nombre de Elina Dabas y Washington, que reaccionó eufórico al nombre de la autora, conseguiría expresar una última idea. Uranga: —Hay que recuperar el concepto de redes… Además ¿qué son las redes? La organización social es una red. Entonces recuperémoslo de ahí, porque si no perdemos el sentido mismo de lo que significa como modo de comunicación y acción colectiva.
Por Lautaro Ferronato, docente de la cátedra Comunicación Estratégica II de la Lic. en Comunicación Social UNR.