Sabemos que el proceso enseñanza-aprendizaje transciende las paredes áulicas. El acto de aprender también se produce en espacios como clubes, centros culturales, actividades deportivas, artísticas y sociales. El acceso a la información está allí, en la red, y los jóvenes saben de su disponibilidad. Por ello, el lugar del docente dejó de ser aquel proveedor de la información para ser un mediador indispensable en el proceso de construcción de conocimiento frente a los saberes que traen las y los estudiantes.
Ahora bien, también podemos observar otra característica propia de nuestros días, se presenta un nuevo entorno que difiere de la lógica espacio-temporal que conocíamos hasta el momento: los entornos virtuales. Estos espacios se presentan como un posible soporte para la construcción y circulación de saberes, y allí emergen las formaciones virtuales.
Aquí, aparece la posibilidad de construir e incorporar otros lenguajes a nuestros materiales didácticos a través de la emergencia de nuevos modos de producir conocimiento. Las aulas virtuales permiten resignificar las imágenes y los sonidos en el mundo del saber y enfrentar el desafió del tránsito de lo escrito a la diversidad multimedia. Es en esta convergencia, donde los recursos generan nuevas posibilidades de expresión y creatividad.
La experiencia
El Entorno Virtual de Aprendizaje y Comunicación (EVAC) llevó adelante su segunda experiencia de enseñanza virtual para la comunidad. Dicho espacio depende de la Secretaría de Extensión y Vinculación de la Facultad de Ciencia Política y RRII de la Universidad Nacional de Rosario, nacida del compromiso con la creación, gestión y difusión del conocimiento en comunidades virtuales a través de trayectos formativos abiertos a la comunidad en general.
La propuesta del curso virtual, bajo el nombre “Memoria en clave contemporánea. A 100 años de la reforma universitaria” se desarrolló por medio del Campus Virtual UNR “Comunidades” de manera gratuita a la comunidad; utilizando Moodle (plataforma de aprendizaje de código abierto) como tecnología informática. Su propósito fue interrogar la producción de conocimiento de la universidad pública en clave histórica y actual.
Presentación del curso por el Lic. Franco Bartolacci.
Presentación del curso por la Lic. Paula Contino (podcast)
Presentación del curso por la Lic. Mariela Daneri (podcast)
El rol del docente tutor
En dichos contextos de enseñanza-aprendizaje virtual, surge la necesidad de crear estrategias de acercamiento y de encuentro. Aquí la relación estudiante-docente se amplía, y es necesaria la inclusión de un nuevo actor pedagógico: el docente-tutor virtual. Esta persona es clave para evitar sentimientos de soledad y aislamiento, conducir las actividades de aprendizaje, supervisar el desempeño de los participantes y motivar a seguir con los estudios.
Tuve el agrado de participar en el trayecto formativo como tutora, lo cual me permitió articular desde la metodología de práctica “senti-pensante” las funciones del rol. Su carácter pedagógico, se refiere a la necesidad de motivar la participación de las y los estudiantes, la comunicación permanente en el aula virtual guiando las discusiones en los foros o chats y la calidad de sus aportes. Sobre su función social, le es tarea propiciar un ambiente amigable para la comunicación y aprendizaje. Cuando nos referimos a su función de gestión, estamos hablando de la organización de los módulos y el cumplimiento del cronograma pautado previamente con el profesor del curso. Su función técnica es primordial, ya que es el responsable en asistir y acompañar a cada participante de manera singular, en el uso de la tecnología y plataforma. Además, como contenidista, realiza el diseño y producción de materiales u objetos tecnológicos.
Entonces, el entramado social de la cultura digital en que la estamos inmersos nos propone nuevos roles activos y dinámicos. Y la labor de la tutoría virtual en la formación dentro de los entornos virtuales de aprendizaje se presenta decisiva en los niveles de retención, calidad y frecuencia de las interacciones.
Reconociendo dicha importancia, se podrá pensar planificaciones inteligentes y afectivas en las formaciones virtuales. De esta manera, se desarrollarán experiencias exitosas tanto para las y los estudiantes como para las instituciones que dictan las formaciones, y dónde las plataformas virtuales no sean un obstáculo en la construcción de conocimiento sino una real oportunidad de circulación de saberes.
El desafío está planteado, y las cartas sobre la mesa.
Por Florencia Fernández, estudiante de la materia Producción y Evaluación de Contenidos Multimedia, Profesorado de Comunicación Educativa, ciclo 2018.