En esta nota nos interesa analizar cómo, a partir del surgimiento de la imprenta, el humor fue evolucionando y cambiando gracias a los diferentes medios y avances tecnológicos, poniéndolo como herramienta al alcance de todos. 

El humor no es solamente hacer reír. Es mucho más que eso. Cami Camila, influencer destacada por congeniar el humor con la militancia, afirma que hoy y siempre el humor fue una gran herramienta para llegar al otro y expresar ideas que de otra manera resulta más difícil. No siempre es algo banal, que a veces juega con lo ofensivo, sino que en muchas ocasiones va más allá. 

Por ejemplo utilizándolo, tal como es en el caso de la ilustradora, para expresar su posicionamiento sobre la realidad.Si volcamos nuestra mirada en el pasado, vemos que, en las antiguas historietas o tiras cómicas, la militancia política, social, cultural se hacía presente mediante el humor, con el objetivo de expresar o transmitir cuestiones que jueguen con la consciencia social, apelando a observaciones sobre el mundo”, expresa Cami Camila.  

Alrededor del año 1440 se extiende el período en el que se produce la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg. Este acontecimiento marcó el comienzo de una larga historia que continúa hasta la actualidad. De esta forma, la invención de la imprenta fue una de las creaciones que más influyeron en el transcurso de nuestra historia, generando cambios radicales a nivel histórico, cultural e intelectual. Por lo tanto, el humor no fue ajeno a esto. Producto de las transformaciones históricas, sociales y culturales, el humor presenta diversas facetas y soportes: sarcasmo, ironía, humor negro, viñetas, videos, reels, cómics, imágenes. 

En la Modernidad, la risa empieza a generar una ruptura con lo divino. El ciudadano moderno empieza a tener conciencia sobre la finitud y la historia. Así, el hombre de esta época ironiza y critica producto de la conciencia que empieza a tener de la muerte. Se hace humor sobre esto para quitarle el sentido trágico a la vida. Se comienza a hacer humor sobre todos los fenómenos y sobre el hombre mismo. La risa de la Modernidad revela el sentido pesimista y la falta que tiene el ser humano.    

 Humor antes y post llegada de las redes sociales

A lo largo del tiempo, la cultura escrita comenzó a expandirse más y más. Alrededor del año 1700 aparece en escena el diario y la revista, medios que revolucionaron la cultura escrita y que perduran hasta la actualidad. 

Marcelo Roberti, Licenciado en Periodismo y canillita hace más de 30 años, comenta acerca del humor a través de estos medios. “Había mucho humor a través de las revistas. El punto en común que encuentro entre ellas puede ser el tinte político que todas tenían. Me acuerdo de la revista Humor, Hortensia. Y eso que era una época jodida, era en el contexto de los gobiernos militares”, afirma Marcelo. El uso del humor como herramienta política, como vemos, no es novedad.  

Sin embargo, hace aproximadamente 40 años, la historia cambió para siempre. Surgió una red que interconecta a todo el mundo, y que con el correr del tiempo fue cambiando totalmente las dinámicas sociales: internet.

Tal como entiende José Van Dijck, investigadora consagrada de los nuevos medios, la infraestructura online fue penetrando en todos los recovecos de la cultura contemporánea. Y a partir de la llegada del nuevo siglo, se abrió un nuevo camino marcado por la cultura de la conectividad, y las vidas sociales comenzaron a inundarse por medios conectivos. Poco a poco, comenzaron a llegar las redes sociales.

Al modificarse las formas de sociabilidad, principalmente con las dinámicas que proponen las redes sociales, el humor comenzó a mutar. En un principio, en 1982, el primer atisbo del humor mediante la red fue un emoticón de cara feliz. 

En la década del ´90, aparecieron los primeros gif animados, y en los 2000 comenzaron a entrar en escena los memes modernos. Ubicándonos en la actualidad, las redes sociales entran en juego, generando un giro de 180°.

Primero, con las redes, el humor se tornó hipermediático, como todo contenido que circula hoy en día. Así, diversos medios, como textos, gráficos, imágenes y sonidos, se conjugan entre sí. Por otra parte, como marca Cami Camila, el humor se democratizó: “La comedia ya no es patrimonio solo de los profesionales, sino que cualquiera que tenga una cuenta puede hacerlo. La pluralidad de voces se hace oír en las redes”.

Marcelo Roberti también da cuenta de esta democratización, en relación al humor previo a las redes sociales: “Ahora con las redes sociales veo una democratización del humor, lo celebro en el sentido de que está al alcance de cualquiera que potencie ese género. Lo hacen de una forma muy divertida. Algunos pueden gustar más, otros menos. Algunos tienen cierta picardía para el humor más que otros, y  esta democratización la vemos a nivel mundial, donde hay personas de otros países que tocan temas que nos atraviesan a todos y gracias a los aparatos nuevos, los vemos al instante”. 

Este humor, además, se transforma y muta todo el tiempo porque así son las redes sociales: dinámicas. Lo que antes funcionaba en Twitter con un comentario irónico, hoy explota en Instagram con memes de política, del día a día y de nosotros mismos. “En el transcurso de estos siete años, desde que arranqué, el humor fue cambiado mucho, en principio solo escribía de cosas que me pasaban en mi día cotidiano, cosas que le pasaban a mis amigas, cosas que veía en la calle, pero en un momento sentí que no me alcanzaba”, comenta Cami Camila acerca de cómo vivencia esa mutación constante.

 La globalización permitió que los influencers generen contenidos espontáneos y fugaces pero, principalmente, permitió que aquellos contenidos con la intención de trascender, verdaderamente lo hagan. 

El humor forma parte de este cambio, y a medida que mutan los contenidos en las redes sociales, éste lo va haciendo también. Basta con reflexionar sobre cómo era el humor en televisión hace diez años, y cómo es ahora el humor que circula, por ejemplo, en Twitter. Se transforma porque la sociedad cambia y porque el consumo es distinto. Lo que daba risa hace unos años, ahora ya no, y lo que nos divierte ahora, en unos años ya no existirá. Lo que sí podemos notar, es que este cambio es cada vez más acelerado.  

 

Por Ignacio Botti, Rodrigo Ojeda y Franco Sebastiano, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.