Abordamos esta rica manifestación cultural en el análisis de un caso local: el Grupo Oriaxé Capoeira Rosario. Contextos, significados, encuentro y modos de comportamiento no verbal, son algunas de las paradas obligadas que proponemos aquí en esta nota que comparte los resultados de investigación de una tesina de grado de nuestra carrera.

Capoeira es un fenómeno complejo, desde siempre muy ligado a la historia, la cultura y las tradiciones. De esta forma, su abordaje no puede pensarse por fuera de dichas categorías. En un registro audiovisual que, hace un tiempo, se compartió en Facebook entre capoeiristas del grupo analizado, el Mestre Marcos Gytaúna, líder del mismo, explica: “Capoeira es un arte marcial (…) y es realmente arte de los latinos, totalmente opuesta a lo que es la oriental que es muy rígida, la Capoeira es más abierta con más libertad de expresión, nace por las ansias de libertad de los negros esclavos que fueron traídos de África hacia Brasil en los tiempos del Brasil colonial para trabajar en la caña de azúcar (…)”

En dicho video, el Mestre continúa: “Capoeira tiene orígenes africanas pero ella nace en Brasil. Los indios nativos de Brasil influenciaron mucho en el origen de la Capoeira, tanto es así que el nombre de la Capoeira es de Tupí-guaraní, por eso es que es un arte auténticamente sudamericana”.

En la cotidianeidad de nuestros días, Capoeira suele ser confundida con un baile. Si Capoeira se confunde con una especie de baile se debe al fuerte componente de danza que la atraviesa. Por esas ansias de libertad y para resistir, los negros esclavos entrenaban sus cuerpos en técnicas de lucha y era incorporando la danza y la música que intentaron ocultarlo de sus captores. (Ferronato, 2018, p.3-4).

Podemos decir entonces que la Capoeira es una gran mixtura porque mezcla lucha, juego, danza, música instrumental, vocal y rituales tradicionales. (José Augusto Maciel Torres y Carlos Alberto Conceiçao dos Santos,Capoeira Arte Marcial Brasileira, On Line editorial, año 02 – N° 12. p, 18)

Conociendo a la Capoeira: conceptos específicos y preponderancia de lo no verbal

Pensar la comunicación en la Capoeira implica trabajar con una serie de términos que pueden resultar extraños a quienes no tengan asimilado el idioma portugués o a quienes no conviven con el arte que aquí ponemos bajo análisis. Conceptos como: jogo, roda, musicalidad y mandinga, son fundamentales en la exploración del objeto de estudio.

Cuando dos capoeiristas intercambian los movimientos marciales y acrobáticos propios de este arte, generalmente se dice que están jogando o teniendo un jogo, ambas palabras del portugués, que significan respectivamente, jugando y juego. La movimentación básica del mismo se denomina ginga.

En la expresión más típica y tradicional de este arte, son dos las personas que desarrollan un jogo y siguiendo mucha bibliografía sobre el tema, podríamos entender al mismo como un diálogo corporal. (Ferronato, 2018)

Al espacio destinado en la práctica de la Capoeira se lo conoce con el nombre de “roda”. Los practicantes forman un círculo dentro del cual será efectuado el jogo. En la entrada de la roda, se posicionan también los instrumentos musicales, y los participantes deben tocarlos, de forma tal que se van relevando, permitiendo que todos participen del jogo.

En el trabajo de campo realizado para el análisis de la comunicación en la Capoeira del grupo seleccionado, los informantes utilizaron muchas veces el término mandinga, asociado al término malicia, los malandros y el malandragem. Siguiendo a De. O Siqueira (2013), el término mandinga, es una cualidad del jogador de Capoeira como un ser escurridizo. Un sustantivo que clasifica un ser que sabe jogar con la herramienta de trabajo, que es su propio cuerpo. La mandinga comprende todo aquello que puede desviar al otro de su camino previsto: gestos, firulas, sonrisas, etc. Y esta es percibida y absorbida a través de la vivencia y experiencia con los capoeiristas más experimentados en las rodas de Capoeira (p.28).

Capoeira no puede pensarse por fuera de la fuerte presencia musical que la caracteriza. El berimbau es su instrumento emblema. Por medio de la musicalidad, un jogador entiende el inicio, mantenimiento y manutención de la intensidad y la finalización de un jogo (De. O Siqueira, 2013)

Sería una locura decir que en la Capoeira no existe lo verbal, no ignoramos en este trabajo la presencia en este arte del canto y la importancia de sus letras cargadas de significados, reconociendo incluso que las mismas pueden influir en el diálogo corporal del jogo. Teniendo esto en cuenta, lo que sí resulta viable es recortar y posicionarse en favor de una preponderancia de lo no verbal en esta arte y son varias las ideas que pueden justificarlo: los dos capoeiristas que llevan adelante el diálogo corporal generalmente lo hacen en silencio; si bien la expresión tradicional de una roda de Capoeira contempla una batería de instrumentos y personas que canten, la ausencia de expresión verbal no impide que los cuerpos interrumpan la comunicación de ese diálogo corporal. Para muchos autores lo más representativo de este arte no es lo verbal, ni siquiera el berimbau, lo más representativo es la ginga. Lo que adquiere mayor relevancia no es lo oral, ni lo verbal, ni lo musical, ni las canciones y sus letras, sino los cuerpos dialogando.

Aquí entenderemos la comunicación como un todo integrado: verbal y no verbal. Ambos aspectos implican un todo llamado comunicación, sin embargo se propone hacer énfasis en los modos de este segundo rasgo por ser lo específicamente preponderante en la Capoeira.

Delineando la comunicación: encuentro, ritual y performance en la Capoeira

En el tradicional texto de La nueva comunicación, Winkin nos introduce en la Escuela de Palo Alto. Esta última realizó una crítica al modelo lineal o telegráfico de la comunicación de Claude Shannon, identificándose más con el circular y retroactivo de Wiener. Para la Escuela de Palo Alto, el modelo lineal debía dejarse a los ingenieros en telecomunicaciones, para ellos el concepto reanimaba una tradición en la que la comunicación era entendida como un acto verbal, consciente y voluntario. El modelo que postulaba Palo Alto no era telegráfico, sino uno orquestal donde los individuos no eran el principio o fin de la comunicación, sino que participaban de ella en todo momento (Winkin, 1984).

El trabajo de campo realizado arroja que la comunicación de la Capoeira, del jogo y la roda, se asemeja mucho más al modelo orquestal, en su retroacción sobre la causa que nutre al sistema constantemente (feedback) y al desvanecimiento de la linealidad y de un emisor-receptor como origen-fin de la comunicación en pos de un proceso circular. Y como esta noción orquestal está más cerca del primer sentido de la palabra comunicación, tanto en francés como en inglés, es decir, la puesta en común, la participación, la comunión, también así lo estaría la comunicación en la Capoeira del Grupo Oriaxé Rosario. De hecho, esto parece aún más indicado para caracterizarla (Ferronato, 2018).

Los jogos y rodas tienen una alta presencia de rituales tradicionales. Para la estudiosa de Goffman, Marta Rizo García (2011)

“más que un suceso extraordinario, el ritual es parte constitutiva de la vida diaria del ser humano, por lo que se puede decir que la urdimbre de la vida cotidiana está conformada por ritualizaciones que ordenan nuestros actos y gestos corporales. En este sentido, los rituales aparecen como cultura encarnada, interiorizada, hecha cuerpo, cuya expresión es el dominio del gesto, de la manifestación de las emociones y la capacidad para presentar actuaciones convincentes ante los otros con quienes interactuamos” (p.6).

Para los capoeiristas entrevistados la simple idea de jogo y Capoeira hacen referencia a cuestiones ligadas a la libertad, la creación y el no condicionamiento. Por el contrario, las obligatoriedades corporales aparecen ligadas al concepto de roda o específicamente, y mejor dicho también, al jogo contextualizado dentro de la roda. Como aparece entre las entrevistas: la roda es el ritual de la Capoeira (Ferronato, 2018).

Por último, al igual que los actores en la vida social y cotidiana de Goffman(1997), los capoeiristas presentan una fuerte performatividad. En este sentido, el autor entiende el concepto de performance como “la actividad total de un participante dado en una ocasión dada que sirve para influir de algún modo sobre los otros participantes” (p. 27-28).

Herrera Gómez y Soriano Miras (2004) hacen sencilla dicha noción afirmando que en las diferentes situaciones de interacción todo individuo se presenta a sí mismo a través de sus acciones, que por ello son siempre comunicativas. Dicha acción tiene como finalidad presentar un determinado perfil de persona caracterizada por ciertos atributos positivos. Su intención es que tal pretensión de identidad sea tomada seriamente y, con tal fin, se busca gestionar y controlar lo más posible -mediante sus acciones y comportamientos- la impresión que los otros recaban de él. Así los actores aparecen como capaces de cooperar activamente con otros, pero también de jugar a cooperar o de ordenar manipulaciones en su contra.

En el mismo sentido podemos decir que los capoeiristas realizan una actuación o una representación para un público que tiende a ampliarse a medida que se madura en este arte marcial. De acuerdo al caso de estudio: primero (en los inicios como capoeirista) el público es el otro con quien se comparte el jogo, luego (con más años de entrenamiento) pasa a ser todos los que conforman la roda.

Al igual que en la sociedad dramatúrgica de Goffman (1997), cualquiera sea el objetivo particular, los capoeiristas dentro del jogo de una roda tienden a influir en el otro. Los capoeiristas pueden cooperar o jugar a cooperar de la misma manera que los actores en Goffman, y a medida que acumulan experiencia en el arte que practican tienden, a la hora de jogar, a inclinarse por jugar a cooperar. Siguiendo a lo interpretado de las entrevistas, ese jugar a cooperar goffmaniano comparte muchas similitudes con la idea de mandinga en la Capoeira. (Ferronato, 2018)

Los capoeiristas en el mundo de los signos

Sobre la semiótica general de Spinoza y la interpretación que de su obra hace Deleuze (2008), analizamos en este apartado los significados que los capoeiristas atribuyen a aquello que hacen en su arte y cómo sería jogar en una roda en un mundo caracterizado por estos autores.

En este mundo, los signos pueden remitir a cualquier cosa: palabras, el llanto de un bebé, la impresión sobre el aspecto de una persona que deriva en una discusión sobre su estado de ánimo, etc. Spinoza, según Deleuze (2008), se aleja de considerar a los signos por la famosa característica de la arbitrariedad. Esa arbitrariedad, a lo sumo, se desprende de las tres características que se le atribuyen a los signos: variabilidad, asociatividad y equivocidad.

El mundo de los signos es bastante problemático para estos autores porque para ellos no está bien reclamar continuamente signos que son equívocos. Se trata de una vida triste porque en un mundo así no podemos realmente conocer a los demás y a las cosas.

El mundo de los signos, fundamentalmente variable, asociativo y equívoco, es para esta teoría, el mundo de nuestra cotidianeidad. Variable porque lo que es un signo para alguien no lo es para otro y porque todo el tiempo reclamamos signos constantemente; variabilidad dada por su asociatividad, porque los signos están tomados en diferentes cadenas asociativas: no pensamos en lo mismo ante la misma palabra; y equívoco, porque todo el tiempo nos preguntamos en qué sentido nos dicen o son las cosas, causa por la que los signos tienen varios sentidos. En términos de Spinoza- Deleuze, así de complicada es la vida que llevamos. Esto se hace presente en todas las comunicaciones en la que participamos y la Capoeira no es la excepción.

En las rodas y a la hora de jogar, los capoeiristas del caso de estudio están sumergidos en este mundo de los signos. Podemos decir que los capoeiristas jogam en la roda y cada movimiento de las extremidades del cuerpo, expresión del rostro y demases, les recuerda a otra cosa; lo que es algo para un capoeirista, puede ser otra cosa para otro. Además, los capoeiristas muchas veces se mueven en base a afecciones, impresiones de un cuerpo sobre el propio, separadas de su causa. Esto último puede conducirlos a encontrarse con uno de los principales enemigos de la Capoeira: el ego. Vemos en repetidas ocasiones durante el trabajo de campo que el ego es el responsable de establecer malos encuentros entre los cuerpos. Y un mal encuentro se aleja de posicionarse en las líneas del vector alegría, única posibilidad de escapar del mundo de los signos (Ferronato, 2018, p.111).

No obstante, es difícil salir del mundo de los signos, es la filosofía particular que tiene la Capoeira la que ofrece al capoeirista ciertas maneras de iluminar las conversaciones del jogo y la roda. Son las herramientas que ofrece la filosofía de la Capoeira a la que describimos como ejemplo de una creación pura, la que dan ciertas ideas a sus practicantes que pueden sacarlos de ese mundo tan complicado en el que vivimos. El ejemplo más relevante que surge del trabajo de campo es: “caer = levantarse”.

Si dos capoeiristas comparten estas mismas ideas con el arte que practican y la tienen presente a la hora de jogar, habiendo seleccionado sus alegrías, alejándose de cuerpos que no les convengan y evitando situaciones que puedan significar un descenso en la capacidad de actuar; entonces tienen la posibilidad, aunque sea durante solo un momento, de lograr comunicarse luminosamente a través de ciertas nociones comunes, a través de términos unívocos (como “caer = levantarse” que admite solo un sentido para la caída) y no ya a través de signos que son siempre naturalmente equívocos. Es en esos momentos que la filosofía de la Capoeira posibilita que los capoeiristas se comuniquen en conversaciones en las que pueden conocer al otro verdaderamente. Y esto es porque estamos muy lejanos al mundo de los signos y para llegar a eso se hizo todo lo contrario a los malos encuentros y las líneas de tristeza en las que habita el odio, cuya única felicidad es destruir aquello que provoca tristeza (Ferronato, 2018, p. 111-112).

Los elementos no verbales en el jogo y en la roda

En este último apartado, abordamos una última cuestión para terminar de caracterizar la comunicación en la Capoeira. Bajo concepciones teóricas alejadas de las de Deleuze y Spinoza, podemos decir que los elementos no verbales intervinientes en los jogos y en las rodas son entendidos por los propios capoeiristas de forma muy contraria a los significados que muchos estudios de comunicación le han atribuido a los mismos elementos o a como esos estudios dicen que la sociedad hace uso de ellos o los entiende.

Así, sobre la mirada, García y Motos (1990) indican: “la mirada fija es un signo y un síntoma de amenaza. En la propia sociedad la mirada fija es tabú. No demorar demasiado la mirada en otras personas es señalado como una regla tácita sobre su manejo en lo cotidiano”. En la Capoeira de Oriaxé Rosario el tabú es no hacerlo. No sostener la mirada implica cerrar un canal de comunicación, la posibilidad de recibir golpes y hasta incluso esto puede significar una falta de respeto. Hablamos acá de una mirada atenta y constante.

El rostro presenta gran relevancia, con una fuerte y rica expresividad en las comunicaciones entre capoeiristas como transmisor de emociones y de afectos primarios (Ekman y Friesen, 1971). Durante el jogo, los gestos del rostro se fusionan en gran medida y aparecen en secuencias de tiempo demasiado rápidas. Una de las expresiones más reiteradas durante el trabajo de campo es la sonrisa: ligada tanto a expresiones de felicidad como a las cuestiones de la mandinga, astucia y picardía que hay que tener a la hora de jogar.

Se hace visible también que en el caso del jogo en el contexto de roda, la conducta no verbal parece eludir los intentos de engañar, proporcionando indicios de esos engaños o filtrando información que se intenta retener, pero como también advierten estos autores: sabemos que el comportamiento no verbal puede mentir (Ekman y Friesen, 1971).

Después del análisis de las entrevistas, podemos decir que la conducta no verbal en las expresiones tradicionales de la Capoeira puede resultar delatora pero también puede ocultar, y en general, intenta ocultar y disimular para “engañar”. Reflexionando en torno a Goffman, lo no verbal en la Capoeira no puede ser un simple canal complementario, lo no verbal es preponderante en este arte marcial y constituye tanto engaño como transparencia, tanto la base de la performance como aquello que puede ocasionar que el capoeirista deje de ser dueño de ella (Ferronato, 2018, p. 112).

Por Lautaro Ferronato. Docente investigador de la carrera de Lic. en Comunicación Social (UNR) y miembro de la Secretaría de Comunicación y Gestión de Medios de la Facultad de Ciencia Política y RR.II. (UNR).

Bibliografía:

De Oliveira Siqueira, W. (2013) Interpretando a Capoeira: A resposta para um aprendiz do jogo de Capoeira. 2° ediçao.

Deleuze, G.(2008) Deleuze en Medio de Spinoza. Clases VIII y IX. Buenos Aires: Cactus.

Ekman y Friesen (1971) Origen, uso y codificación: Bases para cinco categorías de conducta no verbal. E. Veron et al., Lenguaje y Comunicación Social. Buenos Aires: Nueva Visión.

Ferronato, L. (2018) Comunicación en el Arte de la Capoeira. Caso Grupo Oriaxé Capoeira Rosario, Tesina de Grado, Universidad Nacional de Rosario, Escuela de Comunicación Social.

García, L. y Motos, T.(1990) Expresión Corporal. Editorial: Alhambra.

Goffman, E. (1997) La Presentación de la Persona en la Vida Cotidiana. Buenos Aires: Amorrortu.

Herrera Gómez, M. y Soriano Miras, R. (2004) La Teoría de la Acción Social en Erving Goffman, papers 73 (59-79), Universidad de Granada, Departamento de Sociología.

Maciel Torres, J.A. y Conceiçao dos Santos, C.A. Capoeira Arte Marcial Brasileira, On Line Editora, año 02 – N° 12.

Rizo García, M. (2011) De Personas, Rituales y Máscaras. Erving Goffman y Sus Aportes a la Comunicación Interpersonal. Vol. 8, n° 15, enero-junio, pp 78-94, Universidad de Zulia.

Winkin, Y. (1984) “El Telégrafo y la orquesta”. La Nueva Comunicación. Barcelona: Kairós.

Otras consultas:

Video ¿Qúe es Capoeira? Pulso Urbano – CITYVIBE; Productora: NATIVA; Realización y cámara: Martín Irigoyen.