Medios y Enteros dialogó en exclusiva con Camila Levato (@camicamilain), ilustradora gráfica, quien congenia el humor con la militancia feminista utilizando, desde 2015, sus redes sociales como medio para llegar y trabajar con más de 160 mil personas que interactúan con el contenido de su cuenta de Instagram.
Una forma de militar
El primer movimiento #NiUnaMenos, llevado a cabo en junio del 2015, inspiró a que Camila Levato comenzara con su cuenta de Instagram @camicamilain, donde, en un principio, sacaba fotos a dibujos e ilustraciones humorísticas que ella misma bosquejaba en papel. Lo particular del caso es que logró congeniar el humor con la militancia feminista, utilizando las redes sociales como vehículo a través del cual movilizó su trabajo.
“Cuando empecé a incorporar temáticas que me atravesaban a mí como mujer y cosas que me parecían importantes traer a la mesa, para aprovechar el espacio y la llegada desde @camicamilain, siempre me pareció que el humor era una buena herramienta para decir cosas que no están buenas”, afirmó Levato.
Es así como Camila comenzó a llegar a un público mayor que, a su vez, se sentía cada vez más identificado con aquellos dibujos que la artista retrataba con humor.
Uno de los motivos fundamentales fue el hecho de que muchas mujeres comenzaron a cuestionarse su lugar y la importancia de la militancia mediante los nuevos discursos y paradigmas que pusieron en agenda los disgustos e inquietudes sobre el patriarcado. Es así que Levato cuenta que, como mujer, comenzó a ver “un montón de cosas” que la interpelaban y otras que “dejó de naturalizar”.
“Aproveché que tenía muchas lectoras mujeres para contar esas cuestiones e inquietudes, siempre me pareció el momento de compartir eso en mi espacio, para poder militar por las cosas que me importan”, resaltó Camila.
Humor y redes sociales
El humor presenta diversas facetas. Utiliza tanto el sarcasmo como la ironía y combina diferentes soportes: desde las viñetas de los diarios, a los videos y reels de Instagram o TikTok. La globalización permitió que los influencers generen contenidos espontáneos y fugaces pero, principalmente, permitió que aquellos contenidos con la intención de trascender verdaderamente lo hagan. La perpetuación de ciertos contenidos que congenian el humor, el arte, la crítica, entre otros, es lo que propició que Camila exprese en sus redes sociales lo que vivía en su lucha como feminista.
Camila, sobre si el humor mutó en las redes con el correr de los años, afirmó que: “En el transcurso de estos siete años, desde que arranqué, el humor fue cambiado mucho, en principio solo escribía de cosas que me pasaban en mi día cotidiano, cosas que le pasaban a mis amigas, cosas que veía en la calle, pero en un momento sentí que no me alcanzaba».
Por otro lado, la artista afirma que el humor no necesariamente se debe vincular con el hecho de hacer reír o el reírse propiamente dicho, sino que va más allá, expresa sarcasmo, ironía.
“Siempre fue algo de mi personalidad tratar de hacer reír a la gente porque siempre me salió así de chica, desde que tengo memoria”. Además, agregó: “No es lo mismo que te digan algo con humor que sin humor, siempre fue una herramienta buena para llegar y para decir lo que quería decir”.
Redes y humor en la actualidad
El humor que vemos en nuestros celulares o computadoras no siempre fue así, eso es evidente. Sin embargo, es necesario destacar aquellos procesos creativos que alguna vez fueron de manual y que, a lo largo del tiempo, fueron mutando hasta llegar a olvidarse del lápiz y el papel. Es por ello que Camila señala que, en sus comienzos, hacía sus dibujos y bosquejos con un marcador en un cuaderno, pero ¿cómo los subía a su Facebook? Camila tomaba una foto y así compartía su arte con sus seguidores. Más allá de que la calidad y el profesionalismo no era el deseado, la relevancia y el impacto era significativo. Hoy en día, los programas de diseño permiten la creación de dibujos digitales de alta resolución sin la necesidad de recurrir al papel. “Dibujo directo de la tableta, con el programa Photoshop o Illustrator, depende de lo que esté haciendo”, señaló Camila.
Ahora bien, en cuanto a lo específico de las redes sociales, Levato dejó en claro su postura y su reflexión, entendiendo que las redes llegaron para quedarse, permitiendo mostrarle al mundo gente haciendo cosas. En el pasado, si alguien se planteaba vivir de la ilustración, debía golpear la puerta de alguna editorial o de algún medio para que éstos le brinden el espacio para trabajar. Actualmente, las redes brindan ese espacio para trabajar, ya sea el de Instagram, YouTube, TikTok, entre otras.
“Las redes permitieron que uno se autogestione, sin las redes sin dudas no me hubiera podido dedicar a lo que me dedico”. Además, reflexionó: “Siempre uno bardea a las redes y sus cosas negativas, pero tienen muchas cosas positivas y están llenas de artistas e ilustradores y humoristas gráficos muy buenos y todo el tiempo están surgiendo y eso está buenísimo”
Creando mundos (de lucha) con el humor
Si volcamos nuestra mirada en el pasado, vemos que, en las antiguas historietas o tiras cómicas, la militancia política, social, cultural se hacía presente mediante el humor, con el objetivo de expresar o transmitir cuestiones que jueguen con la consciencia social, apelando a observaciones sobre el mundo. Así lo expresa Camila Levato: “Lo que tiene el dibujo es la posibilidad de crear universos, personajes, mundos, completamente distintos y todo lo que esté en tu cabeza, es muy abierto. El dibujo permite la identificación, es más fácil verse identificado en un dibujo, es un medio muy bueno para llegar a la gente, con pocos elementos, se puede decir algo grande, es lo más valioso que tiene la historieta”.
El principal objetivo de este mundo que Camila intenta recrear en sus redes es hacer reír a la gente, es crear un recreíto de la vida. “Cuando arranqué me acuerdo que muchas lectoras me decían que me leían en el trabajo, se escondían de su jefe o jefas, que era su momento de la mañana. Ya eso me parecía un montón, y empecé a crecer yo también, empecé a incorporar las cosas que realmente me importaban, más allá del humor que es mi filosofía de vida”, destacó emocionada.
El mundo que Camila ofrece en sus redes es uno lleno de cuestionamientos, risas, enojos, críticas, un mundo que no busca destruir sino que intenta movilizar para cambiar, para generar una acción con sus ilustraciones, apela a un cambio colectivo. “Querer hacer algo para mejorar desde el lugar de cada uno en el mundo, un poco ambicioso, pero sí”, sentenció.
Por Ignacio Botti, Rodrigo Ojeda y Franco Sebastiano, estudiantes del Seminario de Ciberculturas, ciclo 2022.