El rap y el freestyle se convirtieron en tópicos populares entre jóvenes ¿Qué es una batalla de freestyle? ¿Cómo, dónde y quienes la llevan a cabo? ¿Cómo ocurrió que las y los jóvenes estén tan interesados en la temática?

En este texto, intentaremos abordar algunas de estas incógnitas, desde la perspectiva de los estudios de comunicación y en base a una de las competencias más emblemáticas de Argentina de los últimos años. El presente análisis se inscribe dentro del Proyecto de Investigación de la UNR “Prácticas de comunicación, consumo y producción cultural de los jóvenes en los medios sociales”.

En el fenómeno de las batallas de rap “freestyle” dos o más personas se enfrentan cara a cara a través de rimas improvisadas con una base musical de fondo, generalmente producto del beatbox realizado por un tercero, aunque también pueden utilizarse pistas de audio, instrumentos musicales o diferentes combinaciones de todos ellos. Además, en estos diálogos tan particulares se hacen presentes otros a modo jurado y de público.

Las calles, plazas y parques han sido lugares muy elegidos por la comunidad del Rap para el desarrollo de estos encuentros. En Argentina hay muchas competencias under dedicadas a las batallas de freestyle que encuentran lugar en estos espacios. Los jóvenes que organizan estos eventos llevan adelante producción y difusión de contenidos en medios sociales; tareas de logística; y acciones de recaudación de fondos y alianzas con emprendimientos locales, organizaciones y marcas para gestión de premios, pagos y traslados de competidores, dignas de un estudio a parte y pormenorizado.

En el año 2012, una competencia llevada a cabo en el Parque Rivadavia del barrio de Caballito en Buenos Aires, conocida como El Quinto Escalón, saltó a la fama. La gran producción audiovisual contenida en su canal de Youtube cuenta con números monstruosos de reproducciones y muchos de sus competidores se consolidarían luego como exponentes del freestyle. Algunos, incluso, trascendiendo y deviniendo en artistas musicales en tendencia.

Los videos que el caso de El Quinto ofrece en Youtube, vistos bajo la técnica de etnografía virtual, nos permiten un acercamiento a lo comunicacional de lo que ocurre en el cara a cara de las batallas de freestyle.

El clásico texto de Winkin sobre el telégrafo y la orquesta puede ayudarnos a pensar de modo amplio y general, y a través de reconocidos esquemas comunicacionales, que es lo que sucede, en líneas generales, en estos encuentros llevados a cabo entre jóvenes raperos.

En aquel texto el autor establece una diferenciación entre el modelo telegráfico o lineal de la comunicación de Shannon y el orquestal, circular y retroactivo de la Escuela de Palo Alto. Los teóricos de este segundo modelo reaccionaban contra el primero diciendo que la concepción de la comunicación entre dos individuos, como transmisión de un mensaje sucesivamente codificado y después decodificado reanima una tradición filosófica que concibe al hombre como un espíritu enjaulado en su cuerpo que emite pensamientos en forma de ristras de palabras. La crítica está en que esas palabras que salen por un orificio ad hoc, son recogidas por embudos también ad hoc que las envían al espíritu del interlocutor y este las analiza y extrae su sentido, lo cual supone pensar a la comunicación como un acto verbal, consciente y voluntario. Por el contrario, la Escuela de Palo Alto proponía que como es imposible dejar de comportarse no es posible dejar de comunicar (Watzlawick, Bavelas, Jackson Don, 1991, p, 50) y de esto se desprende la concepción de comunicación como todo integrado, es decir, como un proceso social permanente que integra múltiples modos de comportamiento: la palabra, el gesto, la mirada, el espacio interindividual, entre otros (Winkin, 1982).

Observando varios fragmentos audiovisuales de batallas de rap, subidos a la cuenta oficial de YouTube de El Quinto Escalón, cuesta renunciar al mencionado modelo telegráfico para explicar lo que comunicacionalmente sucede en una batalla de este tipo. Sin embargo. el modelo orquestal ofrece una visión más global y contextual para lo que ocurre en estos particulares encuentros.

En general, podríamos decir que estos intercambios de rimas se establecen por turnos. Primero rapea uno y el otro escucha (incluso en aquellas batallas de equipo o donde intervienen más de dos personas, siempre uno reapea y los demás escuchan). Luego se produce lo que se denomina la réplica y con esto se invierten los papeles: el que escuchaba ahora rapea y el que rapeaba ahora escucha. Los roles están definidos, siempre hay un emisor y un receptor. En las rimas del segundo que rapea suele haber claras referencias a aquello que su rival e interlocutor pronunció en un primer momento. Con lo cual podemos suponer que sucede aquello que criticaba Palo Alto: podríamos pensar en un tiempo para codificar y decodificar el mensaje. La oralidad es por supuesto aquí un aspecto muy importante.

No obstante, los raperos no están solos en los registros observados. Los rodea una gran cantidad de gente a modo de público y algunos como jurados. La gente reacciona a las rimas, grita cosas, hace ruido. La improvisación se da de acuerdo a lo que ocurre en el particular momento de esa interacción, quien rapea se sirve de todo eso. Así, el rapero que escucha puede que no hable mediante palabras durante la puesta en escena del rival, pero el cuerpo no puede no hacerlo: caminan, mueven las extremidades, las caras manifiestan múltiples expresiones, etc. Considerando estos aspectos, la idea de linealidad deja lugar a la orquestal: comunicación como todo integrado, como una gran puesta en común, comunicación como conducta. Conductas que retroalimentan todo el tiempo lo que ocurre y restan a codificaciones y decodificaciones definidas, llevando a que se pierda el principio y el final claro de la comunicación establecida y dejando tan solo individuos que participan de ella.

La performance

Muchas veces clasificado dentro de la Escuela de Palo Alto, Erving Goffman ofrece una batería de conceptos interesantes para aplicar en esta exploración del cara a cara de una batalla de rap (aunque solo haremos foco en uno de ellos).

Así, en un sentido goffmaniano y observando los registros de esta competencia, podemos decir que los raperos que intercambian rimas y los organizadores del evento, que son quienes están en el centro de escena, llevan adelante toda una performance, es decir, una actuación. Y con esto nos referimos a “toda actividad de un individuo que tiene lugar durante un periodo señalado por su presencia continua ante un conjunto particular de observadores y posee cierta influencia sobre ellos” (Goffman, 1997, p, 33-34).

Herrera Gómez y Soriano Miras (2004), nos ayudan a terminar de explicar el concepto:“En las diferentes situaciones de interacción todo individuo se presenta a sí mismo, a través de sus acciones, que por ello son siempre comunicativas. Dicha acción tiene como finalidad presentar un determinado perfil de persona caracterizada por ciertos atributos positivos. Su intención es que tal pretensión de ‘identidad’ sea tomada seriamente y, con tal fin, busca gestionar y controlar lo más posible -mediante sus acciones y comportamientos- la ‘impresión’ que los otros recaban de él” (p, 62-63).

Eso es precisamente lo que sucede en el intercambio de rimas. Veamos dos ejemplos sencillos:

LUCHO VS MUPHASA

En una de las batallas analizadas el rapero y también uno de los organizadores de El Quinto Escalón, MUPHASA, pronuncia lo siguiente durante su tiempo asignado “Es el Luchito, ya se volvió un mito, está como quiere, parece un angelito, viene con su poca estatura a decir que hacer el lindo, que fuma birra que también toma porrito ¿se entiende? está mezclado, todo lo que digo hermano está descontracturado (…)”. LUCHO el rapero rival, en su réplica, dice lo siguiente: “Qué querés que te diga negro, entro y yo doblego. A este rapero voy a prenderlo fuego. Acomodo a todos los bobos y sabe que él es un cono, uno más en mi campo de juego (…) Hago que toda la gente ya lo entienda, el Luchito un mito, pero le gana al organizador, queda como el mejor y es una leyenda”.

PAULO VS DUKI

En otro de los registros observados, el rapero PAULO expresa: “Te voy a mostrar que en esto yo si no aseguro y que tengo mi rap y prometo con todo mi flow sacarlo pal jugo. Tuviste un buen tema DUKI, eso lo juro, el mío está llegando, lento pero seguro”. En la réplica, su rapero rival, DUKI, contesta: “No hables de tu tema bro, menos si es una copia, yo prefería que hagas cosas que sean más propias, muy bueno tu flow muy poca variaciones, repite todo los patrones en todos los renglones, en cambio yo, tengo todo el microphone (….)”.

Los jóvenes raperos no hacen en sus rimas otra cosa que una actuación, una presentación de su persona ante el público, es decir, el o los raperos rivales, su compañero en caso de batallas dobles, el jurado y los espectadores. En sus rimas presentan ciertos atributos positivos sobre ellos, sobre lo que son, lo que hacen en sus vidas y en particular sobre su estilo personal rapeando y sobre su relación con el rap y con el hip-hop, como los entienden y cómo definen su práctica. Y a su vez, y esto se ve mucho con las réplicas de las batallas, lo hacen mientras intentan hacer caer la construcción, la presentación y la performance del rival. (Ferronato, 2018, p. 5).

La mirada

Para completar una radiografía de este cara a cara es una buena idea indagar en los elementos no verbales que tienen lugar en estas interacciones. En este texto haremos foco en uno de ellos: la mirada. Al respecto, García y Motos (1990) dicen que mirar es tocar a distancia y que cuando hablamos miramos a los ojos de nuestro interlocutor para demostrar que el canal de comunicación continúa abierto. (p, 29)
Siguiendo los registros audiovisuales de El Quinto Escalón consultados, la mirada resulta algunas veces fundamental en la solicitud de apoyo del rapero al espectador a modo de que estos legitimen positivamente la actuación que este realiza. Pero esta también esconde un dato revelador que ya ilustraba en donde están o hacia donde dirigía sus prácticas y consumos la comunidad rapera.

En varios de los videos observados, los organizadores miran a la cámara y saludan agradeciendo, detrás de ellos se ve la gran masa de espectadores que los rodea y concurría a las competencias. También se da que en los discursos de presentación de las batallas, la mirada de los organizadores no se dirige al público ahí presente. Alternan la mirada, no los olvidan, pero muchas veces en el comienzo de la oratoria la mirada no está con ellos. Para García y Motos (1990) esquivar la mirada, por el contrario que mantenerla, manifiesta la repulsiva al diálogo.

La mirada está en las cámaras. La apertura del canal de comunicación, por el contrario, se realiza, en muchos momentos, para con los espectadores que están del otro lado. A la familia de El Quinto (como pronuncia uno de los organizadores en los registros observados) la conforma no solo el público que está en el parque sino también el que está en las redes sociales oficiales de la competición.
Uno de los raperos, en una de las batallas observadas, rapeaba mirando a su rival, en un momento mira a cámara y pronuncia “Filmen su derrota que hoy sale en HD (…)”. Hasta en las actuaciones de los improvisadores se tiene en cuenta la cámara. Cámaras que captan lo que luego se subirá como contenido a los medios sociales. En las batallas de El Quinto, ya se prestaba mucha atención a la realización para estos medios.

El Freestyle, en las plazas y en las redes

Esta competencia es un buen ejemplo de las nuevas prácticas de comunicación, consumo y producción cultural que los jóvenes realizan en los medios sociales. Nos encontramos en él con contenidos creados por jóvenes en calidad de usuarios amateurs.

En este sentido, Comba y Toledo (2017, p. 4) nos dicen que “los jóvenes que participan de las redes sociales operan en pequeños grupos como parte de una comunidad. Sus conversaciones ahora están en el mismo medio donde encontramos información producida profesionalmente por periodistas y editores culturales. Es decir, lo que tradicionalmente entendemos como contenidos.” Siguiendo a Castells (2007) los autores completan la idea: los self-media y mass-media se mezclan, y esto constituye un fenómeno completamente nuevo que no estamos habituados a que suceda.

Si el Freestyle ya ocupaba las calles, desde hace algunos años también comenzó a ocupar otros espacios, aquéllos que no tienen que ver con lo presencial. Así, y posteriormente al Quinto Escalón, el freestyle seguiría expandiéndose a través de nuevas organizaciones y formatos donde las plataformas digitales seguirían siendo protagonistas.
El caso analizado con sus prácticas y protagonistas, y los medios y maneras de comunicar que eligieron en su momento, sin dudas, ha contribuido a que hoy estemos hablando de rap.

Por Lautaro Ferronato, docente de Comunicación Estratégica II; investiga sobre consumo y producción cultural de jóvenes en los nuevos medios.

Bibliografía:
Comba, Silvana y Toledo, Edgardo (2017), De los mass-media a los self-media: contenidos relacionales en los nuevos medios, en libro del Foro de Periodismo Digital.
Ferronato, Lautaro (2018), Los jóvenes y las batallas de Rap: del cara a cara a los medios sociales, 20vo Congreso REDCOM. Primer congreso latinoamericano de comunicación de la UNVM. Comunicaciones, poderes y tecnologías: de territorios locales a territorios globales. Villa María: Universidad Nacional de Villa María
García, Leopoldo y Motos, Tomas (1990), Expresión corporal, Editorial, Alhambra.
Goffman, Erving (1997), La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires, Amorrortu.
Herrera Gómez, Manuel y Soriano Miras, Rosa María (2004), La teoría de la acción social en Erving Goffman, papers 73 (59-79), Universidad de Granada, Departamento de Sociología.
Verón, Eliseo; Prieto, Luid. J; Ekman, Paul (1971), Lenguaje y Comunicación Social. Tema: “Origen, uso y codificación: Bases para cinco categorías de la conducta no verbal” de Paul Ekman y Wallace V. Friesen, Editorial Nueva Visión.
Watzlawick, Bavelas, Jackson Don; (1991)”Teoría de la comunicación humana”; Barcelona; Editorial Herder
Winkin, Yves (1982), “El telégrafo y la orquesta” en La nueva comunicación, Barcelona, Kairós.

Material audiovisual:
REPLIK LUCHO MUPHASA NERO TESIS – FINAL 1VS1 ESPECIAL GMTM (Torneo 2016) – El Quinto Escalón 
KLAN & REPLIK vs TRUENO & UNDERDANN – FINAL (2VS1 – 11/12) – El Quinto Escalón 
KLAN REPLIK vs TUQU NACHO – SEMIFINAL (Pretemporada 2vs2 2017) – El Quinto Escalón 
MKS & DUKI vs BEELZE & PAULO – SEMIFINAL (Pretemporada 2vs2 2017) – El Quinto Escalón