El politólogo Ezequiel Miller manifestó que su intención con este trabajo fue buscar “cómo se utilizan las redes sociales en los últimos tiempos.  Fundamentalmente en los gobiernos locales, que tienen mayores responsabilidades.»

El egresado de la Universidad Nacional de Rosario empleó como metodología de trabajo, para obtener sus conclusiones,  “entrevistas a funcionarios municipales, relacionados a gestión de redes sociales y funcionamiento sistemático de las cuentas de Twitter”.

En estos últimos años se produjo un auge de las redes sociales, que aparecieron en gran cantidad y masivamente, tomando un papel preponderante en la política. Tan es así que se pudo percibir que “en el segundo semestre de 2015, el gobierno tenía 64 redes sociales, contaba con un mayoritario uso de Twitter y se incorporó a Instagram”.

El estudio arrojó que entre los años 2009 y 2014 “se crearon con informalidad muchas cuentas, sin ningún tipo de registro”, denotando un claro desinterés de las autoridades sobre el tema. Aunque llegado el 2015, año electoral, todo cambió de tal manera que “la cuestión de las redes se la encara con preponderancia  en mayo de 2015 , con un equipo de profesionales vinculados a RRHH y Publicidad para el manejo de redes”.

Miller llegó a comprobar que aparecían 64 cuentas institucionales relacionadas con el gobierno (por ejemplo: munirosario, cultura, educación) y tomó en cuenta a todas éstas para la obtención de datos. Así, comenzó a analizar la interacción en cada una de sus cuentas, las respuestas a sus publicaciones, si había diálogo entre las mismas o con las cuentas personales de algún funcionario y también calculó la cantidad de seguidores y seguidos.

Uno de los elementos a destacar que mostró el politólogo tiene que ver con la iniciativa que lanzó la Intendente de Rosario, Mónica Fein, desde su cuenta personal antes de las elecciones. Mediante la utilización del hashtag #MonicaDialoga en la red social Twitter, se prestaba a responder en vivo los cuestionamientos de los usuarios.

Por Leandro Frattesi; Sofía Darioli y Tomás Cococcioni. Estudiantes del Seminario Ciberculturas 2016.