Boaventura de Sousa Santos, desmantela las estructuras bajo las cuales fabricamos nuestras realidades para manifestar todo lo que debemos entender en este momento de coyuntura. La pandemia nos ubica bajo el derrumbe de nuestra tierra, pero a su vez nos entrega semillas para volver a reconstruirla. Dependerá de nuestra comunidad.
Título: La cruel pedagogía del virus.
Autor: Boaventura de Sousa Santos.
Traducción: Paula Vasile, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales- Transnational Institute 2020.
Editorial: CLACOS, mayo 2020.
El libro del conocido sociólogo Boaventura de Sousa Santos pone al mundo de cabeza para traernos una perspectiva acerca de todo aquello que no vemos sobre la pandemia.
‘‘¿Qué conocimiento potencial proviene de la pandemia del coronavirus?’’
Para él este punto de inflexión mundial significa mucho más de lo que podemos reconocer a simple vista.
La pandemia destruye la idea de que no hay otra alternativa que adecuarse a las reglas instauradas por el capitalismo global para mostrar la cara oculta de lo que aparecía como la sola posibilidad.
La lucha por el poder, la destrucción constante de nuestro ecosistema, las desigualdades económicas. Y como pilar de la cuestión, un capitalismo infranqueable llevado adelante por el neoliberalismo que no encuentra límites ni fronteras.
La pandemia puso en pausa todas las rutinas y obligó al mundo a cambiar las estructuras bajo las cuales funcionaba este sistema de reproducción. Pero el análisis de Boaventura deja de lado las estructuras para poner especial foco en todo lo que subyace bajo ellas.
Para este autor, hay en la intervención de intelectuales algo similar a lo que observa en el campo político: una distancia respecto de la vida cotidiana de los sectores que en gran parte dicen representar o interpretar. Asimismo, refiere al contexto histórico en que tiene lugar esta pandemia remontándose a la imposición del neoliberalismo en los años ochenta: la lógica del capital financiero provocó un estado de crisis permanente.
Pese a parecer una contradicción -si se piensa la crisis como un momento puntual-, exhibe su larga duración cuando la luz encandiladora, normativa y normalizante del triunfo capitalista deja ver, “de la peor manera posible”, lo que se trataba de ocultar. Esto es la desnuda intemperie en la que viven quienes se hallan fuera de las mínimas condiciones de subsistencia en el mundo. Eso otro que se ha tratado de silenciar se vuelve tan notorio que apenas hace falta “mirar por la ventana” para constatarlo.
Boaventura considera que nos hallamos en la finalización de una etapa histórica que se iniciara en el siglo XVII, y que ahora, en su versión omnímoda de globalización, manifiesta su acabamiento tanto en las crisis inminentes (como esta de la pandemia) que evidencian el peligro de la continuidad de la vida en la Tierra, en la cual la especie humana suma un ínfimo porcentaje.
Según el sociólogo, la idea conservadora de que no hay alternativa a la forma de vida impuesta por el hipercapitalismo en el que vivimos se desmorona. Y concluye afirmando que: ‘‘las alternativas entrarán, cada vez con más frecuencia, en la vida de los ciudadanos a través de la puerta trasera de crisis pandémicas, desastres ambientales y colapsos financieros’’.
Salvar nuestro planeta requiere ir más allá del marco de referencia eurocéntrico, reconociendo la pluralidad de modos de adquisición de conocimiento (que incluye el conocimiento científico), lo que Boaventura de Sousa Santos llama las Epistemologías del Sur.
Por Lara Carrizo, Nicolás Depascuale y Catalina Gallaretto, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2020.