Por Jimena Basualdo, Ayelén Gomez y Emiliano Vinocur, estudiantes del Seminario Ciberculturas, licenciatura en Comunicación Social UNR.

García Canclini, en su texto Consumidores y Ciudadanos establece que el consumo es “el conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos” y esto se puede relacionar claramente con lo que sucede hoy en día con el celular. Ya no es un objeto de lujo como pasaba hace unos años atrás, y haciendo hincapié en la población joven, la mayoría posee uno y, por lo general, los mejores modelos y los que tienen más funciones.

Dado que los últimos artefactos poseen ciertas características que los hacen más atractivos y más útiles para determinadas funciones, el celular representa no sólo una forma de comunicarse, de llamar por teléfono o mandar mensajes de texto. También son usados para acceder a las redes sociales, sacar fotos, filmar, grabar testimonios y entrar en internet. En fin, los celulares son la puerta de ingreso a un mundo de comunicación y tecnología, pero así como trae beneficios, también acarrea algunos problemas.

Los chicos usan el celular, escuchan música, ven televisión y todo al mismo tiempo, es un constante fluido de tecnología y comunicación en el que están inmersos casi todo el tiempo. Comparten información, gustos y están en constante contacto entre ellos a través de los celulares, pero en algunos casos se aíslan de la clase, dejan de prestar atención y sólo se preocupan por lo que pasa en la pantalla.

Algunos jóvenes no contemplan los límites del uso del celular, sobre todo dentro del aula, se mandan mensajes de texto con las respuestas de las preguntas en los exámenes, sacan fotos y las suben en las redes sociales, y en peores situaciones ponen en ridículo a las autoridades y lo comparten en Facebook al instante mostrando las hazañas hechas.

Esta es una generación que nació en medio del auge tecnológico y creció en ese nuevo ambiente.

Celumetrajes en la Escuela

En Acebal, una localidad de 5 mil habitantes situada a 40 km. de la ciudad de Rosario, se da el caso de la Escuela de Educación Secundaria Orientada Nº 412 “Mariano Moreno”, que es un tanto novedoso e innovador. Para celebrar su 60º Aniversario, los alumnos a partir de videos realizados con el celular – celumetrajes- crearon un material audiovisual donde se narra colectivamente la historia de vida de personas que pasaron por la institución o son parte de ella.

Tanto los adolescentes como los docentes hacen total hincapié en el uso social de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, como así también de las herramientas a utilizarse. Además, entienden que en el contexto escolar existen ciertas reglas para el uso del celular. Los alumnos destacan que ellos usan los celulares, que es “algo que ya se les hace costumbre” y que les pareció interesante participar de esta idea ya que se relaciona la Escuela con ellos mismos.

Asimismo, la vicedirectora Silvina Siliano señala que este proyecto muestra “un buen uso del celular donde se unió la tecnología, con la historia, con las distintas generaciones”.

Para finalizar, en este material audiovisual generado prevalece, como plantea García Canclini, el orden simbólico sobre los valores de uso y de cambio que se le da al consumo del celular, dentro y fuera del aula.