La colección de libros Antiprincesas nació en Argentina en abril de 2015, pero las venimos pensando desde hace mucho tiempo, porque veíamos que las chicas sólo tenían como referentes a las princesas de Disney, y pensamos que sería bueno darles una alternativa más real, que pudiera hacerlas sentir más libres e independientes, nos comenta Martín Azcurra, diseñador de la editorial Chirimbote, al comenzar la charla en la Facultad de Ciencia Polìtica y Relaciones Internacionales de la ciudad de Rosario.

Chirimbote es una editorial que se encuentra en la ciudad de Buenos Aires hace ya 3 años. Gracias a su creatividad y originalidad a la hora de escribir acerca de las antiprincesas y los antihéroes, lograron llegar a cooptar calle Corrientes y expandirse a lo ancho y largo de nuestro país. La conforman Nadia Fink como editora, Emiliano Saá como ilustrador, y Martín Azcurra en el rol de diseñador. Somos una editorial independiente que promueve nuevas miradas y enfoques de la vida y el mundo, convencidos de que la industria cultural dominante no comprende las inquietudes de una nueva generación de chicas y chicos”, aclaró Martín al comentar los inicios de su proyecto colectivo.

¿Por qué llamarlas antiprincesas? Es una pregunta que nos genera mucha intriga, Martín nos comenta que ellos no están en contra de las princesas de Disney (dando un ejemplo), sino que su objetivo es lograr mostrar una visión distinta del género a las infancias. Género que se instituye desde pequeños en nuestra sociedad de una forma binaria y estereotipadora. Transformar la visión que había, que existía con las infancias… que tiene que ver primero con una cuestión de género, una visión con una perspectiva de género. Sentido de género de Simone de Beauvoir, que lo plantea en los 60, que es el género cultural que se elige y se transforma y se va moldeando con la cultura, no una visión biológica del género, sino más cultural, asegura el diseñador cuando cuestionamos el por qué de sus creaciones.

Nos dimos cuenta que los varones también son afectados por esa imagen del príncipe azul y salvador. Así surgieron también los Antihéroes, que son héroes también, porque hacen cosas que perduran en el tiempo, porque enfrentan miles de situaciones para salir airosos, pero también pensamos que no solo son hombres que lucharon y ganaron todas las batallas, como a veces se pretende que sean los héroes, sino que también se puede sobresalir desde lo masculino haciendo otras cosas”, acota acerca del rol de los Antihéroes en su editorial.

Lo que caracteriza a esta editorial, por sobre todas las cosas, son las elecciones que hacen a la hora de elegir a sus personajes. Decidimos empezar con Frida Kahlo, Violeta Parra y Juana Azurduy, que nos parecen las referentes más importantes de esas mujeres reales que le pusieron el cuerpo a sus deseos, a sus ideas, y se animaron a romper mandatos en todos los ámbitos, no solo en la cultura, sino también en el amor y en la familia, que son los más difíciles, explica Martin, justificando la elección de sus principales referentes.

Buscan personajes reales, latinoamericanos, que de alguna manera cambiaron las reglas del juego que les querían imponer, que tuvieron que luchar mucho para cumplir sus sueños en una sociedad donde se intentan suprimir los deseos de las mujeres y de los niños y niñas.

Nos dimos cuenta que los relatos clásicos de caballeros y princesas, que siguen muy presentes a pesar de que se van modernizando, también generan violencias, porque reafirman el mandato de la mujer en el hogar, cuyo único fin respetable es el de ser madres y amas de casa. Pero esto entra en conflicto con la realidad, que es muy distinta, y ahí se generan las violencias, comenta Martín en una suerte de crítica hacia los relatos tradicionales que existen en nuestra sociedad. La editorial aparece en el 2015 con una visión distinta, una que quiere romper con esa violencia que se genera con las mujeres, los chicos y las chicas.

Parece que lo que hace el sistema es mostrarnos una sola opción de todo, entonces lo que uno puede hacer desde lo contrahegemónico (eso es una invitación a todos y a todas) es mostrar otras perspectivas; y no es que sean las únicas porque de hecho decir ‘esta es la perspectiva que vale’ es hacer lo mismo que hace el sistema, hegemonizar todo lo que crea

Finalizando la charla, la editora y los otros dos miembros nos comentan que lo que más les produce interés es pensar en la forma en que se comunican los niños de hoy. Ven que a diferencia de muchas generaciones los chicos y chicas tienen una cuestión no lineal. A su vez, resaltaron, en una especie de crítica a nuestra sociedad, que estamos acostumbrados a una introducción, desarrollo y desenlace y esa cultura de la interrupción, que a nosotros tanto nos molesta, a ellos no.

Esperamos que Chirimbote siga recorriendo instituciones educativas en nuestro país y que puedan aplicar su deseo más grande: El ejercicio de una idea de liberación popular, de liberación y de resistencia.

 

** Pueden contactarse con la editorial en:  info@chirimbote.com.ar /  prensa.chirimbote@gmail.com  /Tel: 011 3529-5073

 

Por Carla Vernetti, Nicolás Bottini, Juan Manuel Caballero y Matías Tripiana, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2018.