Nos situamos en el Parque Diagonal de la ciudad de Salto, una localidad de la provincia de Buenos Aires de poco más de 32 mil habitantes. Allí viene creciendo desde 2017 el fenómeno de las batallas de rap freestyle con la Liga Saltense Freestyle, que nació de la mano de DiagoFree, conducida por Aaron Mich y Agustín Vera.

El freestyle nace en la cultura hip hop de los años 70’ en el Bronx neoyorquino. Se trata de competencias cara a cara donde la improvisación, la repetición y la rima son parte de la estructura y las reglas de la disciplina. En Argentina, este fenómeno ha logrado captar la atención de gran cantidad de participantes, además de miles de espectadores. Paralelamente, los principales actores de la movida crearon sus propias redes y lograron llamar la atención de la industria, lo que permitió llevar su performance a circuitos más profesionalizados y ya no tan amateur.

El crecimiento y la proliferación del freestyle fue posible no sólo gracias a lo que sucedía en los parques, sino también a lo que se replicaba en las redes como Youtube, Instagram y Facebook. Las redes sociales probaron ser un campo fértil para la difusión de este fenómeno, y su papel fue crucial para permitir la aparición de nuevos artistas y nuevos escenarios en distintas ciudades del país.

El backstage de una competencia

Aaron Mich tiene 21 años, y co-dirige la cuenta DiagoFree en Instagram, encargada de promocionar y divulgar la competencia del mismo nombre. Para él, administrar la presencia en redes y el propio evento son dos caras de una misma moneda:

“Manejamos la cuenta de Instagram prácticamente todos los días, subiendo contenido de lo que pasa en cada fecha o relacionado con lo que hacemos. Subimos las batallas a Youtube y a Instagram y también generamos otros contenidos, con el objetivo de mantener la cuenta activa y  seguir en el algoritmo», afirma.

 

 

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“Armamos el formato de la competencia desde octavos hasta la final. Cada ronda tiene un formato distinto, muy variado. Siempre buscamos un lugar con eso para que la gente venga y se lleve algo nuevo. Para mí, como consumidor del contenido, opino que ya hay de todo, entonces está bueno innovar y que la gente vea cosas nuevas”, agrega Aaron.

 Lo novedoso de Diago Free es su crecimiento en una ciudad que, como Aaron la describe, «se comporta como un pueblo», Entonces ¿cómo fue posible que las batallas traspasaran los límites de un parque en una localidad pequeña? ¿Qué papel cumplieron las redes para lograr la convocatoria actual?

 “La gran mayoría de lo que es Diago se cubre con gente de afuera. De Salto deben ser el 10% o 20% de los competidores y públicos. El otro 80% es gente de Junín o 9 de Julio, Rojas, Arrecifes y sobre todo de Pergamino. La cuenta de Instagram influyó totalmente. Siento que, por ejemplo, en Pergamino había mucho hambre por competencias de free y en ese momento no existían ahí. Cuando los chicos empezaron a venir a Salto, nosotros nos empezamos a ‘manijear’ y a ‘activar’ sus zonas como competencia de Free para hacer un efecto de bola de nieve cada vez más grande”, explica Mitch.

 El poder captar esta audiencia en redes implica una atención constante a los contenidos que se producen en cada evento y después transmiten a sus seguidores. En este aspecto, Aaron y Agustín nos hablan de las técnicas que utilizan para manejar la cuenta de Diago:

 “Siempre tenemos un videíto de cuarenta segundos de alguno de los pibes rapeando que seguro la rompió toda. Eso atrae la atención y lo usamos como anzuelo para avisar que ya están los videos de la competencia subidos a Youtube. Cuando llevamos un fotógrafo a la competencia, y nos avisan que ya están las fotos públicas, enseguida hacemos un posteo para eso también. A veces, los flyers para una competencia se tienen que hacer y publicar dos semanas antes porque la idea es hacer que venga gente de afuera: Buenos Aires, Rosario, de todos lados”.

 

 

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Las redes que crea Diago

DiagoFree ha crecido enormemente desde que comenzó en el verano 2018-2019, no sólo gracias al trabajo que Aaron y Agustín realizan en la cuenta de Instagram, sino también al importantísimo papel que ha jugado el fenómeno boca en boca, compartiendo publicaciones en las historias de Instagram y hablando de la competencia en redes. Este método demostró ser uno de los principales impulsores de su popularidad.

“El efecto boca en boca acá es el que más no ha servido todo el tiempo. Cuando han venido competidores reconocidos de afuera o gente consagrada en lo que es el freestyle, esa persona nunca sube una historia, pero después comentan de que hablaron con tal y esa persona viene y me comenta que la competencia está buena, que tiene ganas de seguir y eso está buenísimo”.

Aaron reconoce este fenómeno como algo crucial a la hora de manejar la cuenta de DiagoFree. Demuestra que ha permitido conformar otras redes, que trascienden la plataforma de Instagram, en forma de grupos de WhatsApp específicos para cada localidad, siempre con la temática de la competencia como hilo conductor.

“Sinceramente, yo no sería quién soy sin las redes, por toda la influencia que hay desde que salió Internet hasta el día de hoy. Creo que sería mucho más complicado. Si organizo algo sólo por WhatsApp, sin Instagram, sería complicadísimo. Pero también usamos Whatsapp, tenemos como cinco grupos, de Pergamino, de Rosario, de todos lados”.

 Por último, reflexiona: “DiagoFree es un evento grande, aunque no parezca mucho, y se maneja mucha gente. Hay muchas cosas atrás de ser organizador y creo que hay veces que la gente no se pone en ese lugar. Organizar no es tan fácil, pero es algo super lindo después de ver el resultado de la competencia. Ver cómo crece todo de a poco, como cada vez se va sumando gente nueva. Si nunca fueron a una batalla de freestyle o nunca en su vida escucharon algo de eso, vayan y escuchen y denle una oportunidad porque la primera no se entiende nada, después la quinta, la sexta vez se entiende”.

 

Por Julia Álvarez, Lorena Agüero, Elías Figun, María Bernarda Rodríguez y Martín Vicentín, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.