Por Candelaria García Karl, estudiante del Seminario Ciberculturas, licenciatura en Comunicación Social UNR.
En su texto «Inteligencia colectiva por una antropología del ciberespacio», Pierre Levy desarrolla la noción de inteligencia colectiva, concepto que reúne los conocimientos e inteligencias repartidas en los individuos para generar un conocimiento colectivo en tiempo real.
Sin embargo, en torno a este concepto giran diversas cuestiones que el autor trae a su libro y que muestran aspectos fundamentales de la inteligencia colectiva. Dos de ellos son:
- La ética de la inteligencia colectiva. Los justos.
- La economía de dicha inteligencia. Las cualidades humanas.
La primera cuestión a desarrollar es la ética, la de los justos. Para ilustrar la cuestión y como punto de partida, se citan algunos capítulos bíblicos que muestran la situación que vivían dos ciudades: Sodoma y Gomorra. (capítulo 18 y capítulo 19 del génesis).
Según Levy y el recorte bíblico planteado, “el justo incluye, él inserta, remienda el tejido social”. En base a esta breve descripción que resume la ética de la inteligencia colectiva, los justos son quienes producen esa inteligencia generando hospitalidad, insertando, produciendo, y acercando desde el anonimato, y siempre estando lejos del poder y del reinar.
Los justos mantienen vivo el colectivo y buscan acercar a otros los actos que otros producen.
Actualmente en la sociedad de la información y del conocimiento, donde sólo nos separa un click del vasto paquete de datos que circula, es un poco difícil mantenerse alejados de la dinámica de la inteligencia colectiva y de su ética.
La red nos proporciona muchos ejemplos donde nosotros mismos somos quienes construimos, decodificamos, redireccionamos, incluimos, excluimos, y procesamos conocimientos en los que quizás no somos expertos.
Un ejemplo de ellos es la gigantesca y gratuita wikipedia, la cual se presenta como “la enciclopedia de contenido libre que todos pueden editar”. Dicho caso es el resultado del conocimiento, del “granito de arena” que todos aportamos siendo o no expertos en la materia, pues sólo alcanza con un click para editar lo que otro subió, para agregar datos curiosos o fundamentales, y hasta para generar una biografía propia o de la estrella pop reciente, o contar la historia de tu propio pueblo, o de lo que imagines.
Esta idea de expertos o no, sumada a la otra idea que la red nos devuelve, que es la noción de ruptura de las estructuras y de las jerarquías, nos dan el pie para pasar al segundo punto que decidimos trabajar del texto de Levy, que es la economía de la inteligencia colectiva.
Dicha economía se basa en las cualidades humanas, lo cual nos permitiría situarnos en el plano ético que planteábamos anteriormente.
La inteligencia colectiva como tal y como ética de los justos nos plantea el abandono de estructuras, organizaciones, poder, liderazgo, para dar paso a “la restauración del vínculo social, de la reinserción de los excluidos, de una nueva fusión de identidades en individuos y comunidades desestructuradas”, plantea Levy.
Ésta cuestión que se abre paso está íntimamente relacionada con la idea de colectivo, de tejido social y de ese vínculo social que se genera en la inteligencia colectiva, y también con las cualidades humanas que propone esta nueva economía.
Desde el enfoque de la economía de la inteligencia colectiva la cuestión pasaría por las cualidades humanas, por las competencias, y por los oficios que “acompañen a los pueblos en tránsito en medio de las tormentas de la gran mutación”, es decir, los justos.
Para comprender mejor las cualidades humanas, nos parece oportuno citar dos ejemplos:
- Levy trabaja con el caso de policías y médicos, lo cual podríamos aplicarlo a nuestra realidad sin problemas. El autor plantea que si bien los policías son los encargados de la prevención y represión de los delitos, al mismo tiempo también son asistentes sociales, quienes suplantan la ausencia de padres, psicólogos. Y lo mismo con médicos, que no sólo curan el cuerpo, sino que también lo sanan con humor, cariño, afecto, instruyendo a sus pacientes en cuestiones de higiene, dietética, etc.
- Otro ejemplo útil para trabajar las cualidades humanas, es la clase grupal sobre inteligencia colectiva que dictamos en el seminario en ciberculturas, donde al inicio de la misma planteamos lo siguiente:
El hombre, a través de los años fue mutando, y fue cambiando sus maneras de comer, vivir y relacionarse. Al inicio el hombre se caracterizaba por ser nómade, iba a donde la caza y la pesca lo llevaban; pero con la agricultura el hombre se quedó en un lugar fijo.
Pero el hombre siguió mutando. Y cuando estableció un lugar dónde vivir, comenzó a trabajar; primero en su casa, pero después visitaba otros lugares como fábricas y talleres artesanales; también se comenzó a formar para dicho trabajo, o para alguna profesión particular.
Y con dichas capacitaciones y formación educativa, vinieron las competencias, es decir todo aquello que el hombre sabe hacer, pero en lo que quizás no es un experto, sino que es un aficionado, que lo hace por hobby, o a la sombra porque le da vergüenza, o porque es una habilidad no remunerada. Aquí es donde se desata la cuestión…
Para visualizar cómo esta breve descripción impacta en nuestra vida, decidimos ilustrar la situación con la imagen de un curriculum vitae modelo.
En este simple caso, vemos cómo el domicilio ocupa un lugar superior, seguido por la formación académica y la experiencia laboral, y por último los conocimientos y datos de interés.
Las competencias y cualidades humanas que son el eje de la inteligencia colectiva, de su economía y de su ética en un cierto punto, ¿por qué colocarlas al final? ¿Por qué relegarlas al último lugar? ¿Por qué ocultarlas? ¿Será porque muchas veces no son remuneradas ni reconocidas? ¿Será porque no somos expertos en ellas? ¿Será porque cuando nos quedamos sin trabajo no las vemos como potenciales o posibles trabajos? Trabajos que quizás no serán remunerados económicamente, pero ¿será ése el trabajo de los justos? ¿Será la cuestión de la inteligencia colectiva el hecho de poner en común todas nuestras habilidades sin esperar nada a cambio?
Aquí es donde la situación, el replanteo y la cuestión comienzan a anudarse o a liberarse….
