Se proyectó el jueves 23 de junio en el salón de usos múltiples de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario.

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El jueves 23 de junio, a las 18:30 hs, se proyectó el film “La arquitectura del crimen”, una realización integral de la Secretaria de Producciones, Industrias y Espacios Culturales del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe. Se trata de una película documental que investiga las huellas de la represión política en Rosario durante la dictadura cívico militar de 1976, desde la perspectiva de aquellos edificios que fueron utilizados para aprisionar y torturar a las víctimas de aquel entonces. Además, reflexiona sobre la importancia de preservar los espacios de memoria, teniendo como foco principal la arquitectura.

Tal producción se concentra en la ex Jefatura de Policía de Rosario. A partir de planos originales y archivos inéditos, el film cuenta los orígenes del edificio y  se focaliza en el Servicio de Informaciones, uno de los centros clandestinos de detención más grandes de la región. La película tuvo también un trabajo de peritaje científico para ser usado en los juicios orales. Federico Actis, director del film, afirmó: “La idea se centró en no hacer entrevistas, se buscó que el edificio hable”.

La película muestra las reformas que se realizaron en tal edifico antes y después de que funcionara como un centro clandestino de detención, señalando cambios y modificaciones que no fueron registradas, así como también la desaparición de archivos y planos del edificio. Fue fundamental el aporte de los ex presos políticos que sobrevivieron y dieron su testimonio sobre cómo funcionaba tal centro clandestino y cómo era su composición espacial. Esto debido a que se produjo una reforma edilicia que sirvió para retomar la actividad burocrática de las fuerzas de seguridad con el retorno democrático.

Federico Actis, Licenciado en Comunicación Social, dijo: “El volumen de material que teníamos era enorme, estuvimos casi un año montando la película, grabando y probando. Y en ese marco hubo muchísimas discusiones con todo el equipo. El grupo era pequeño pero muy compenetrado con el proyecto. El trabajo fue fluido, a prueba y error y volver mucho atrás. El tiempo era algo que tenía que estar presente en la película, era algo importante. Narrar el paso del tiempo requiere de tiempo también. Le pusimos ímpetu a la cuestión de la narración, uno empieza a ver la película de una manera y termina viéndola de otra”. Así describía una de las características primordiales de su film.

El documental cuenta con el aporte de la arquitecta Alejandra Buzaglo, quien fue contratada por la provincia y realizó un peritaje en la ex Jefatura de Policía de Rosario a pedido del juez federal. Su trabajo fue reconstruir los distintos cambios edilicios que se realizaron en el lugar, cuando funcionó como centro clandestino, y  también los realizados luego, frente al camuflaje arquitectónico del mismo. Una introducción de tal trabajo se ve sintetizada en el tráiler de la película.

 

Por último, Federico expresó que anhela que sean los habitantes de su ciudad quienes puedan consumir la película: “Nosotros estamos convencidos de que la película es rosarina, más allá de que tenga un potencial universal para verla en cualquier lado. No es lo mismo para el que transita todos los días la plaza San Martín, al que le llama la atención ver los archivos de la ciudad en ese momento. Entonces hoy estamos muy concentrados en que la película se vea en Rosario”.

Autores: Tomás Cococcioni , Sofía Darioli y Leandro Frattesi. Estudiantes del Seminario Ciberculturas 2016.