La Facultad de Ciencia Política y RR.II. tiene una ya amplia trayectoria en incorporación de la perspectiva de género en diversos espacios, desde un protocolo para situaciones de violencia de género, equipos de investigación y cátedras hasta la reciente creación de la Secretaría de Género y Sexualidades (SEGESEX). Desde la Escuela de Comunicación Social venimos realizando distintas actividades como el Taller sobre Buenas prácticas de comunicación y género dictado por Romina Coluccio, Comunicadora de la Defensoría del Público, en el marco de la Jornada La Comunicación como derecho (2016). Y, desde el año 2018, después de debatir el tema en Comisión Asesora, estamos organizando entre docentes y estudiantes una serie de encuentros que habiliten la puesta en común de experiencias de cátedras, visiones, preocupaciones y propuestas. Además, venimos participando en las jornadas que realiza la SEGESEX.
En esta edición de Medios y Enteros queremos compartir un Manual de lenguaje no sexista que sirva como herramienta para ir explorando las distintas posibilidades de su incorporación en nuestras prácticas académicas. En la Facultad de Lenguas, de la Universidad Nacional de Córdoba, la profesora Ivana Alochis, licenciada en Lengua y Literatura y doctora en Género, afirma: “Desde la cátedra de Lengua Castellana I y de Lexicología y Lexicografía, todo el tiempo incentivo la temática de género y hablo con mis alumnos de que esto permita que la lengua sea una herramienta de emancipación y no de sometimiento. Ya no hay vuelta atrás. Mi propuesta es que siga habiendo todo tipo de léxico y cambios incomodantes de modo que haya menos discriminación, menos invisibilización y mucha más emancipación”.
Por su parte, la filósofa Diana Maffía expresa que lo primero es reconocer que hay un problema, al considerar el genérico masculino como universal. Y, luego, se derivan muchos interrogantes: «¿cómo resolver el problema de la inclusión y el binarismo? ¿Qué soluciones son las mejores? Una rescritura, sin dudas. Hay opciones que son más complicadas porque la X y la @ no son identificadas en teclados para no videntes, por ejemplo. Aparecen entonces, otras alternativas, como la e y la i, que son paraguas más amplios”.
Pueden descargar aquí e Manual de lenguaje no sexista.