Dr. Juan Baldonsini, 27 años, argentino, miembro de MSF, trabajando esporádicamente en Colombia.
“Las comunidades a las que atendemos viven aisladas y los servicios de salud son prácticamente inexistentes, sufren en general, todas las consecuencias derivadas de las acciones de la violencia, incluidas sus secuelas en la salud mental y las repercusiones físicas de la falta de acceso a los servicios sanitarios”.
– ¿Qué es lo que te movilizó para ser parte de una organización como ésta?
Baldonsini: Siempre desde que estuve cursando mis años de facultad, acá en la Facultad de Medicina de Rosario, sabía que no solamente podía ayudar desde el lado vocacional, digamos desde lo específico de las ciencias médicas, sino que también podía ayudar desde otro lado y comprometerme con la parte más humanitaria o solidaria. Viste que a veces algunos doctores son muy exactos o muy precisos en cuanto a términos médicos, y a veces pueden parecer poco sensibles, bueno yo me diferencio mucho de eso, debido a mi personalidad, por eso he tratado siempre de involucrarme con el paciente también desde un lado más contemplativo y emocional. He participado desde hace un par de años de otra organización que es paya- doctores, y después al transcurrir el tiempo me enteré de esta organización que estaba creciendo cada vez más y quise asumir el compromiso de poder ayudar a gente que es marginada y así poder ayudarlos, desde mi humilde lugar.
– ¿Qué significa ser Sin fronteras?
Baldonsini: Para comenzar MSF no es una organización que comenta acerca del progreso político o económico de un país. Nos centramos en primer lugar en la salud de las personas y en sus posibilidades de acceder a la atención médica cuando la necesitan. Por ello significa no tener límites geográficos para ayudar, y tratar de estar en cada lugar que esté olvidado por el mundo; asumir un compromiso de solidaridad con otro que se encuentra ignorado por la sociedad. Hoy en día somos una de las principales organizaciones humanitarias independientes del mundo. Nuestro objetivo es asistir a poblaciones a las que nadie puede llegar, víctimas de conflictos olvidados, de enfermedades y epidemias que no afectan a los países desarrollados pero que se cobran millones de vidas en otras partes del mundo, o de catástrofes naturales. Las comunidades a las que atendemos viven aisladas y los servicios de salud son prácticamente inexistentes, sufren en general, todas las consecuencias derivadas de las acciones de la violencia, incluidas sus secuelas en la salud mental y las repercusiones físicas de la falta de acceso a los servicios sanitarios
-¿En cuántos países realiza su labor MSF aproximadamente?
Baldonsini: Estamos en 71 países, donde se desarrollan más de 372 proyectos, detrás de cada uno hay un enorme trabajo de gestión, coordinación, logística, financiación y administración, reclutamiento y formación de los RRHH. Contamos con más de 4 millones de socios y colaboradores en todo el mundo. Trabajamos en Argentina, Chile Colombia, Venezuela, Filipinas, Somalia, Turquía, Haití y muchísimos más, esos son los que se me vienen a la mente en este momento.
– ¿Cómo surgió la iniciativa de realizar esta muestra fotográfica?
Baldonsini: Constantemente realizamos eventos, charlas informativas, ciclos de cine y muestras como ésta. No sólo en Rosario, sino también en Córdoba, Tucumán, Mar del Plata y otros focos puntuales del país.
– ¿Cuál es su propósito a alcanzar?
Baldonsini: El objetivo no sólo es informar a la gente sobre nuestra labor y acciones solidarias, sino que también mediante estas exposiciones se busca sensibilizar al público. Los invitamos a colaborar y hacerse socios para seguir sumando cada vez más, y de esta forma mejorar la colaboración hacia las personas más necesitadas. Entre el material que entregamos en la exposición, hay un folleto que contiene un cupón a modo de invitación para que, quienes estén interesados en ser parte de esta organización, lo completen con sus datos personales y puedan colaborar con dinero. Consideramos que nuestra labor humanitaria merece tener una mayor difusión, por lo tanto las muestras fotográficas gratuitas son el marco ideal para que la gente vea materializado nuestro trabajo.
Por Joel Cecchini, Diamela Perisutti y Lucía Montané. Estudiantes del Seminario Ciberculturas 2015.