Los nuevos modos de comunicación dieron la posibilidad de que usuarios amateurs crearan contenido y, a partir de las redes sociales, nacieron los influencers: personas que lograron destacarse en las plataformas digitales. En esta nota presentamos el caso del rosarino Tomas Holder.

¿Quién es Tomás Holder?

Tomas Holder es un joven influencer y físicoculturista rosarino de 21 años que, mediante Instagram y TikTok, se hizo conocido nacionalmente, llegando a alcanzar 500k seguidores en TikTok y más de 200k seguidores en Instagram.

Sin embargo, el fenómeno viral de Holder no fue a partir del contenido que hoy publica, sino luego de una polémica que comenzó con un tweet de un usuario que lo acusaba de un delito: en septiembre de 2020, Holder se volvió viral al ser acusado de haber abollado autos en un estacionamiento.

Tras cientos de comentarios y respuestas al tweet, el joven comenzó a producir contenido en TikTok e Instagram donde interpretaba el personaje de un rugbier clasista y homofóbico. Según el mismo Holder, sus interpretaciones son pura y exclusivamente ficticias, pensadas para las redes, ya que afirma que en la vida real no es así.

En una entrevista que realizamos, Holder sostuvo: «Es un personaje lo que hago, pero obviamente tiene cosas mías. Soy, desde chico, un pibe un poco soberbio, jodón; pero obviamente es un personaje. No pienso todo lo que digo ahí (en las redes). No me gusta pelear, no soy totalmente clasista. Sí hago esos chistes pero hasta ahí. Se puede decir que es un 50/50».

¿Qué tipo de contenido genera?

Holder desarrolló una secuencia de códigos con sus seguidores, que implica que aquéllos que no lo siguen, no lo entiendan y queden fuera. Así, las redes sociales logran crear contenido relacional, esto es, que los jóvenes que participan en ellas operan en pequeños grupos como parte de una comunidad.

Uno de estos códigos es, por ejemplo, la frase “estar en situación de Iphone con botón» ¿A qué hace referencia esto? A no poseer el poder adquisitivo que permite tener un celular último modelo. Es una generalización, pero es un código creado, que sus seguidores comparten y reproducen; de esta manera su contenido es apropiado y hasta reinterpretado.

El alcance que el famoso joven logró, partiendo desde las redes sociales, se vio reflejado el verano pasado: Tomás se encontraba en Pinamar con el reconocido Dj Fer Palacio, y los jóvenes en la playa lo comenzaron a vitorear llamándolo por su nombre. Tomás comenta: «Creo que el boom fue en Pinamar, me fui un lunes con 20k  seguidores y vuelvo una semana después con 120k y después voy dos veces más y ahí explotó todo, fue el gran boom».

En Pinamar, lo filmaron y le pidieron fotos, e incluso muchos jóvenes realizaron TikToks, utilizando el código “En situación de…” o “Ankara messi” que el famoso influencer creó, lo que nos lleva a considerar a la gramática de los nuevos contenidos: Holder fue constituyendo una manera de usar el lenguaje y con eso de organizar la experiencia.

Al mismo tiempo, a partir de sus propias frases y manera de expresarse, Holder se convirtió en un meme. Así, el fenómeno Holder no se quedó sólo en plataformas como TikTok o Instagram, sino que también se expandió hacia Twitter o Whatsapp, en modo de stickers. De esta forma, alrededor de los videos e imágenes de Holder se fueron tejiendo conversaciones entre los mismos usuarios que replicaron y ampliaron el uso del lenguaje y la creación de sentidos.

El consumo ¿irónico?

Partiendo de la base de que los temas sobre los que Holder desarrolla su contenido no están bien vistos por la mayoría de la sociedad, nos queda reflexionar sobre por qué tantas personas lo consumen y reproducen. Y es ahí donde encontramos este consumo irónico: los usuarios terminan consumiendo aquello con lo que no se está (al menos totalmente) de acuerdo.

Las redes sociales como TikTok e Instagram son los principales medios de comunicación donde jóvenes como Tomás, se exponen al mundo creando contenidos que a diario consumen miles de usuarios. De esta manera, se crean nuevas formas de consumo cultural que pueden generar efectos no deseados, como en este caso legitimar y reproducir discursos discriminatorios.

Es decir, el influencer comenzó a partir de bromas y humor sobre el estilo de vida de los “tinchos” y las “milis”, creando un personaje clasista y homofóbico. Entonces, podemos pensar que los jóvenes lo quieren ridiculizar, pero al mismo tiempo, lo convierten en tendencia, extendiendo ese discurso. Lo hacen porque les resulta gracioso, pero en fin, lo consumen y reproducen, haciendo que este influencer esté en boca de todos. Esto se ve ejemplificado en la cantidad de reproducciones, likes y compartidos que tienen sus videos en TikTok.

Holder, sobre su repercusión en las redes sociales, comenta: «Creo que se dio ahora porque fue una época de transición de mi vida donde maduré mucho y supe por dónde entrarle a la gente. Tengo el perfil correcto para ese personaje, yo jugué al rugby de chico, y creo que tenía muy en claro cómo hacerlo».

De las redes a la realidad

Holder, además, ha ido un paso más allá creando su propia línea de ropa, sumada al merchandising que ya genera. Lo que da cuenta de cómo el influencer logró reconocer su comunidad de seguidores, usuarios que interaccionan dejando de ser receptores de información para convertirse en editores y emisores y, a partir de ello, conectar las redes con el mercado, generando sus propios ingresos. En el verano, el joven sacó remeras y un buzo a la venta. Las remeras estuvieron un mes hasta quedar sin stock. Y en este invierno sacará a la venta nuevas prendas, su producto estrella en esta ocasión será un buzo que dice “Holder” adelante y atrás “Fuck haters bless lovers”. El influencer nos comentó: «La venta va a ser mediante la empresa de indumentaria de un amigo cercano que me propuso hacer la colaboración. Si el día de mañana me va muy bien me gustaría hacerlo por mi parte».

Asimismo, otras empresas reconocieron la influencia de Holder: en la ciudad de Rosario, se han organizado fiestas en boliches conocidos, que fueron promocionadas por el influencer y que llevaban como nombre su frase: “Ankara Messi”.

La fiesta fue difundida a través de las redes sociales, logrando una comunicación más directa con los consumidores finales, hasta el punto de que en el mismo flyer se invita al público específico que consume al influencer: “Invitación masiva a tiktokers”.

 

Por Lara Andorni, Lucía López; Julia Pujol, y Agustina Roldán, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.