Walter Jackson Ong nació en Estados Unidos el 30 de noviembre de 1912 y falleció en el mismo país el 12 de agosto de 2003. Fue un educador, académico, sacerdote jesuita, profesor de filología inglesa, historiador cultural y religioso, lingüista, y filósofo.
Sus estudios
Walter Ong, en su libro introduce dos categorías interesantes para observar cómo nos desenvolvemos hoy en las redes sociales. Por un lado, plantea el concepto de Oralidad primaria: oralidad de una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura o impresión. Y por el otro la idea de la Oralidad secundaria: la de la actual cultura de la tecnología, que mantiene una nueva oralidad mediante el teléfono, la radio, la tv, aparatos electrónicos que para su existencia dependen de la escritura y la impresión. Hoy, la cultura oral primaria ya casi no existe en sentido estricto, puesto que toda cultura conoce la escritura y tiene alguna experiencia de sus efectos.
Ahora bien, ¿cómo podemos llamar hoy a esta nueva etapa caracterizada por un conjunto de lenguajes que circulan en el ciberespacio?
Son los jóvenes hiperconectados quienes se cuentan historias con su celular, convierten frases en texto con programas de transcripción natural, hibridan en el ciberespacio oralidad, visualidad y escritura, e inventan la cultura digital a partir de culturas orales transmitidas. De esta manera, esto no quiere decir que la oralidad secundaria mencionada por Walter Ong se deje de lado, sino que ésta se modifica debido a los numerosos avances tecnológicos que hubo a lo largo de los años y, a su vez, se refuerza con otros elementos, como podemos destacar los memes o stickers de Whatsapp (escritura), y los podcast (oralidad).
Como afirma una y otra vez Ong, la primacía de lo visual no ha podido ni podrá erradicar las persistencias de la oralidad. Al contrario, nuestra era post-tipográfica, electrónica y altamente tecnologizada ha fomentado un nuevo regreso de la oralidad. Para corroborarlo basta pensar, por ejemplo, en la gran demanda que tienen hoy los videos, los podcast, los mensajes de voz, los memes y otros muchos fenómenos que bien podemos relacionar con la inmediatez, la movilidad y la actualidad del pensamiento oral.
Memes y Stickers en Walter Ong
Los memes y los stickers, constituyen hoy en día una de las formas más populares de manifestar opiniones colectivas sin necesidad del lenguaje escrito (como en Twitter y WhatsApp), sino limitándose a una imagen que en su interior puede tener o no textos muy cortos. Eso, palabras más palabras menos, permite interpretar al meme como una forma de comunicación rápida, que no depende necesariamente de la producción de texto, pero sí tiene un impacto comunicativo muy efectivo.
Hoy las redes sociales como WhatsApp y Twitter son un espacio de afinidad más democrático y que recuerdan a las culturas orales tradicionales. La expresión de emociones a través de memes y stickers de circulación constante en grupos de WhatsApp son acciones que sirven a menudo para expresar sentimientos que al joven o adolescente le daría pudor expresar de otra manera, pero que puede compartir con mayor comodidad tras la máscara del meme o el sticker.
De esta forma, las redes sociales permiten generar comunicaciones más rápidas a través de procedimientos más cortos, más acelerados. Ya no hay necesidad de decir muchas cosas, solamente insertamos uno, dos, tres o cuatro stickers y construimos un proceso comunicacional. Así es como, debido a esta economía del tiempo y a esta exigencia de inmediatez, en muchos casos, tanto la oralidad como la escritura son reemplazadas por un simple sticker. Como muchos jóvenes dicen hoy en día: “un sticker vale más que mil palabras”.
Resulta lógico que nos preguntemos si esta herramienta facilita o dificulta la comunicación, y lo cierto es que ofrece un enriquecimiento, ya que se suma a otras alternativas de los chats como escribir o enviar mensajes de voz.
Memes y marketing
A partir de este análisis, resulta imposible no tener en cuenta a estas dos creaciones de la cultura digital como herramientas útiles a la hora de hacer marketing: los memes y los stickers.
Es así como paulatinamente las marcas se fueron adecuando en Twitter o Instagram a estos nuevos modos de expresión para interactuar y lograr mejores resultados de empatía con los usuarios. De esta manera el “Meme Marketing”, sugiriendo un contexto conocido y normalmente cómico que, además, facilita la difusión del mensaje y ayuda a la marca a que su audiencia se sienta identificada y lo comparta.
El Meme Marketing les da la oportunidad a las marcas y empresas de hacerse virales y generar un impacto más sutil pero no menos intenso a la hora de instalarse entre los jóvenes. Solo basta con tomar un concepto, que ya esté ganando terreno en Twitter o Instagram, para tener una bomba publicitaria.
Los Podcast como medio de comunicación
En esta reciente era digital, dominada por los stickers y memes, no podemos olvidarnos del éxito que los Podcast tienen como medio de comunicación. En términos de Ong, la primacía de lo visual no ha podido ni podrá erradicar las persistencias de la oralidad, y esto explica el éxito de este formato: atractivo, fácil y entretenido que lleva a captar a miles de usuarios que lo eligen no sólo para entretenerse sino también para informarse.
No es una variable independiente que cualquiera pueda crear contenido. Ésto hace que sea un medio accesible y popular, tanto para el creador como para el consumidor, generando un espacio más democrático, que recuerda a las culturas orales tradicionales.
De esta forma, Nicolás Maggi (Licenciado en Comunicación Social, Periodista y creador de Podcast) nos cuenta cómo cuenta historias y crónicas haciendo de lo periodístico algo narrable.
Mediante su podcast “La Segunda Muerte Del Dios Punk”, ganó diferentes premios: dos en el Festival Internacional de Nuevas Narrativas de No Ficción, y el premio Gabo en la categoría Audio, el más prestigioso galardón al periodismo Iberoamericano.
En este sentido, Nicolás comenta (…) me parece que el podcast es una forma de que el periodismo abrace un nuevo formato tecnológico que es consumible por un montón de gente y de franjas etarias que a lo mejor sienten cierto divorcio con el periodismo, que lo han puesto en cuestionamiento y no es legitimada la actividad, digamos como un signo de época aparece, y a mi me da la sensación de que el podcast es un buen vehículo para volver a llevarle historias con contenido periodístico sin que quizás, el oyente se entere.
La elección del momento, el contenido y la posibilidad de “volver a escuchar”, “adelantar”, o poder descargar para escuchar sin interferencias lo diferencia con la radio y le permite al podcast ganar terreno en una sociedad que se mueve por la rapidez y la instantaneidad.
Hay que tener en cuenta, cuando uno transforma lo que tiene escrito en el guion en lenguaje sonoro, que justamente es otro tipo de lenguaje, que hay códigos y registros particulares de cada uno de ellos y que no se note que es leído, que quede como que yo te estoy contando una historia. Eso tiene que ver con el formato podcast que tiene una intimidad entre el narrador y el oyente. Yo tuve que desprogramar la forma en que me enseñaron a hablar en radio, uno tiene una forma de hablar que debe ser desarmada y debe tener otra construcción, eso es lo más difícil y que más tiempo lleva, sostiene el licenciado.
Dice Maggi que el podcast es una forma en la que el periodismo abraza un nuevo formato tecnológico que es consumible por un montón de gente y de franjas etarias que a lo mejor sienten cierto divorcio con el periodismo, que lo cuestionan. El podcast es una manera de llevar historias con contenido periodístico sin que quizás, el oyente se entere.
Como mencionamos anteriormente, la proliferación de narrativas digitales, ya sean los vídeos de YouTube y Tik Tok, los canales de Twitch, los memes, las stories de Instagram, las series de televisión o los hilos de Twitter han contribuido al crecimiento del podcast y han dado lugar a este nuevo lenguaje digital cuyo ámbito de actuación va desde las industrias creativas e informativas hasta las publicitarias.
Sin embargo, la naturaleza sonora del podcast lo convierte en un formato peculiar. Esto se debe a que el audio no es una forma inferior o más simple de contar historias en profundidad, como a veces se piensa erróneamente, sino que tiene sus propias y únicas fortalezas. Se juega a la imaginación (como lo hace un libro), y debido a que llegan directamente a tus oídos, son mucho más íntimos que una película. Podemos decir que refuerzan la oralidad y a su vez, la literatura.
De esta manera, creemos que estas nuevas herramientas que ganan terreno en la actualidad y era digital, no reemplazan a las anteriores, sino que las refuerzan, se fusionan y complementan, para lograr de alguna manera, lo que el usuario necesita.
Por Agustina Roldán, Julia Pujol, Lara Andorni, Lucía López, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.