La creación de las redes sociales sin duda ha modificado la manera en la que convivimos con nuestro entorno. Las mismas han envuelto a nuestra cotidianeidad, y marcan los tópicos del día a día. Prácticamente, no existe ninguna actividad, sea social, laboral, deportiva, etc., que no involucre una interacción con alguna plataforma, como puede ser Tik Tok, Twitter o Facebook.

Por esto es importante explorar el funcionamiento de estas redes para entender cómo es que nacieron y cómo llegaron a ser los marcadores de tendencias de la era actual.

Facebook: Una historia que sigue hasta el día de hoy

Siendo una de las redes sociales más importantes en el mundo, superando los 2500 millones de usuarios en la red, Facebook es una de las plataformas que popularizó e inició el boom de las redes como tal. 

Creada por Mark Zuckerberg hace más de 20 años, posteriormente se convertiría en una red social abierta a ciertos países en el año 2005 y con un diseño muy similar a la red “My Space”. En 2006, la red tendría un alcance a nivel global, y se abriría a todo el mundo sin excepciones. 

El “Me gusta”

Cinco años después de que naciera la plataforma, Facebook habilita esta icónica opción. Representando el comienzo de la medición de impresiones en las relaciones interpersonales, en fotos, comentarios y videos publicados en la red. 

La interacción del “Me gusta” tendría un valor fundamental en la publicación y distribución de contenido multimedia de la plataforma. La contabilidad del reconocimiento, que en la mayoría de casos podría generar competencia entre usuarios y la creación de un estándar de “popularidad” basada principalmente en la superficialidad de los cánones de belleza, carisma y en otros casos publicaciones divertidas, graciosas, informativas,etc. 

Las publicaciones compartidas también son un indicador que tendrían valor en el alcance de las publicaciones. Facebook sería el pionero en la contabilidad utilizando el recurso del “me gusta”, pero no el primero. Sin embargo sería la plataforma que más lo haría conocer y se volvería estándar en las redes sociales.

 

Interacciones en Twitter: de los 140 caracteres al hashtag

En sus orígenes, en el año 2006, sólo permitía publicar enunciados simples limitados por los 140 caracteres con el fin de comunicar alguna idea o comentario. 

Continuando con su característica principal centrada en la idea de compartir textos breves, año tras año, fue introduciendo numerosas novedades como la oportunidad de postear contenidos multimedia ya sean imágenes fijas o videos y el linkeo a páginas de noticias o blogs; y otras que permiten contabilizar interacciones entre cibernautas como por ejemplo enviar mensajes privados entre usuarios o mencionar otras cuentas al responder tuits, colocar me gusta o retuitear publicaciones, etc.

Paso a paso aquellos que posteaban contenidos lo hacían en pos de aumentar sus followers con el objetivo de que sus publicaciones ganen alcance y lleguen a un número creciente de actores. Con vistas a ese objetivo, surgen los hashtags.

 

La aparición del hashtag para generar tendencias

Twitter fue pionera en su implementación en el año 2007 a partir de la insistencia de sus usuarios. Debido a su éxito, luego se exportó a otras plataformas. 

Colocando al inicio de un tema el símbolo del numeral # se buscaba que los internautas reúnan información sobre un asunto específico de actualidad o interés a través de sus tuits.

Al agrupar publicaciones en una misma pestaña dentro de la app, cumple la función de propiciar y medir interacciones entre usuarios, generando que un tópico alcance popularidad al volverse Tendencia a través de la sumatoria de posteos.

El fenómeno de TikTok

TikTok es la red social del momento. Fue creada en China en el 2016 bajo el nombre Douyin, y lanzada mundialmente en 2018, combinando con otro servicio de redes sociales, Musica.ly. Según las estadísticas es la séptima aplicación con mayor cantidad de descargas totales, y la sexta en usuarios activos. Además, es la aplicación con mayor engagement de usuarios por post, significando que un post de TikTok tiene más posibilidades de tener interacciones que en cualquier otra red social.

¿Cómo funciona TikTok?

El periodista Alex Hern escribió sobre el algoritmo de TikTok para el diario inglés The Guardian, refiriéndose al algoritmo como la salsa secreta que llevó la aplicación al éxito. El algoritmo es una creación delicada, tiene en cuenta múltiples factores, como los me gusta y favoritos, sin embargo también tiene la cualidad de ser exploratorio.  

Además de eso, una de las cualidades del algoritmo es su funcionamiento en “tandas” de usuarios. Al subirse un video, se le muestra a una tanda de varios usuarios, si la mayoría de los internautas interactúa con el video, entonces se pasa a una segunda tanda, con mayor número de cibernautas. Y así sucesivamente. Lo cual significa que no importa qué es lo que uno suba, siempre llegará a otro en la red, esto permite que muchos videos se hagan virales muy rápidamente.

Algo sobre algoritmos

La palabra “algoritmo”, antes mencionado durante la nota, es un término popular dentro del vocabulario de la tecnología y de las redes sociales. Muchas veces escuchamos que se habla del “algoritmo” de Facebook, Twitter o Instagram, y hasta podemos encontrar casos de creadores de contenido o aficionados al desarrollo web y de aplicaciones, realizar críticas a los algoritmos o explicando (muchas veces en términos, quizás, muy específicos para la comunidad casual) cómo se crean y funcionan los mismos. 

En este contexto, Vanesa Mazzeo, docente de uno de los Seminarios de Integración y Producción de nuestra Facultad (precisamente, de la Orientación en Proyectos de Comunicación Digital) nos brinda en una entrevista mayor claridad sobre el asunto. 

Respecto a la definición de “algoritmo”, Vanesa indica que: «los algoritmos son una secuencia de pasos de programación. Un conjunto de instrucciones que tienen diferentes objetivos” lo que nos lleva a pensar en el trabajo hecho por un programador o diseñador web, cuyas principales funciones dentro del ámbito de las redes sociales son las de dar notoriedad a ciertas publicaciones en función de la interacción del usuario con publicaciones de cierto tipo, qué orden de aparición seguirán estas publicaciones y cómo van a aparecer a medida que el usuario interactúe con la red social, y también evitar que ciertos usuarios pasen el filtro del algoritmo e infrinjan las normas de uso de la red social. 

 

Evolución en el tiempo

Cuando se le preguntó a la docente acerca de cómo se fueron desarrollando estos algoritmos (característica no sólo importante, sino necesaria para que el algoritmo mejore sus funciones y amplifique la capacidad de uso de una red social), respondió que “cada espacio digital, tiene su propia secuencia por lo cual hablar de una evolución de forma generalizada resulta complejo o engorroso tal vez. En teoría son cambios para mejorar las interacciones (nos muestra con quien interactuamos más frecuentemente), pulir lo que se muestra (cuando empezamos a seguir a alguien nos presenta su contenido muchas más veces para ver cómo reaccionamos), «perfeccionar» las experiencias (sumando o restando tipos de contenidos, privilegiando algunos sobre otros)”. También dejó la puerta abierta a pensar si nuestras prácticas sociales acompañan el desarrollo de los algoritmos, o si es al revés, si estos algoritmos se deben adaptar a las necesidades y deseos de los usuarios. En sus propias palabras, «¿quién condiciona a quién?».

 

Reflexiones sobre prácticas en redes

Llegando hacia el final de la entrevista, quisimos hacer un poco de reflexión en conjunto preguntando en qué grado las redes sociales condicionan la manera en la que nos relacionamos con otras personas. La respuesta fue: “Al personalizar nuestras líneas de tiempo a partir de nuestras interacciones y/o gustos, vamos generando nuestro propio contexto de prácticas. A cuántas páginas le dimos me gusta en Facebook o cuentas empezamos a seguir en Instagram que hoy ni nos acordamos que existen porque nunca les dimos un like o dejamos un comentario… Cuan «polarizado» tenemos nuestro Twitter en relación a nuestra manera de pensar que no vemos nada más allá de eso…Tal vez otro elemento a incluir es para qué usamos las redes. No es lo mismo pasar el tiempo ahí, usarla para trabajar, generar contenidos, stalkear… con cada una de esas prácticas también vamos condicionando el algoritmo y por lo tanto nuestra práctica”. 

 

Una mirada al futuro

Cerrando la entrevista, y respecto a si realmente los algoritmos van a cambiar nuestra forma de relacionarnos en el futuro, Vanesa nos brindó una perspectiva interesante, asegurando que el algoritmo fue diseñado por alguien, con una meta y objetivo. Nos resultó interesante esta aclaración ya que deja claro que el algoritmo no es algo que “se mueve solo” o puede afectarnos inconscientemente en nuestras interacciones sociales, sino que como dijo la docente, depende en realidad del grado de interacción que nosotros mismos tengamos con las redes sociales, qué tanto queramos involucrarnos y de nuestras prácticas individuales. Finalizó nuestra entrevista recordando que “no le echaría toda la culpa…” al algoritmo al momento de analizar nuestros comportamientos e interacciones con otros usuarios en red. 

Por Santiago Martin, Facundo Lencina, Mariano Depego, Octavio Orsetti, Tomas Gallichio, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.