Poco a poco, se nos acercan con más frecuencia, conceptos relacionados con el mundo de las criptomonedas, entre ellos, el mundo NFT y el arte digital. ¿Qué conocemos sobre el mundo NFT de nuestra ciudad? Entender cómo funciona resulta un poco complicado pero no imposible, mientras el mundo digital comienza, paulatinamente, a fusionarse con el mundo real.

 

 

Milton Sanz es diseñador gráfico y creador de NFTs de la ciudad de Rosario, se dedica a la creación de arte digital. Su primera obra fue vendida en el año 2019 a 0.1 Ethereum. Pero ya no se dedica más a la venta de NFTs para subsistir: “Frente a algunas adversidades que tuve en la vida, antes necesitaba vender para vivir. Hoy vendo porque quiero”.

Cuando los NFTs surgieron, y Milton se introdujo en este mundo, pensaba que era una mina de oro porque su mirada estaba puesta en la venta masiva de productos. Es decir, crear tantos NFTs como fuera posible para exprimir su venta, dejando completamente de lado el aspecto artístico. Sin embargo, esto duró sólo unos días, hasta que pudieron notar que lo sustancial de este movimiento era moverse en comunidad: “…cuando vimos la lanzada, y que se meta gente y generar una comunidad, nos iba a ayudar también a nosotros”, dice Sanz.

 

     ¿Cuánto tiempo lleva crear un NFT?

Un NFT sin animación, o como él lo nombra, un steel, le puede llevar diez minutos como tres meses, o un año. Sin embargo, aunque parece lo más fácil de crear, resulta ser lo más difícil, porque al estar bombardeados por imágenes fijas, el desafío de los diseñadores es crear la gema entre tanta contaminación visual.

– Vimos que tus obras se encuentran en superrare.com. ¿Hay una especie de convenio con ellos? 

MS: En su momento cuando yo entré ahí fue una plataforma que me gustó. Ahora no estoy muy de acuerdo con la política, va cambiando. Igual me ha dado mucho. El convenio es que yo mandé la solicitud, había otros filtros, me gustó cómo se manejaban las cosas y ahí hice mi collector base, o sea, ahí es donde hice mi ruta con los coleccionistas. Pude conocer un montón de gente.

 

Pero su recorrido artístico no termina en la venta exclusiva de sus colecciones. Fue creador de la portada del álbum “El disko” de Ca7riel y, hoy en día, invierte la mayor parte de su tiempo trabajando en su empresa Game Disease donde se dedican a la creación de NFTs y coleccionables.

A diferencia de la idea inicial que tenían los creadores de NFT, las piezas que se elaboran en The Game Disease se están empezando a pensar para no ser únicamente piezas digitales artísticas, un jpg, o una PFP (acrónimo que significa picture for proof and profile pic), sino que sirvan para algo: por ejemplo, que sean el personaje de un juego. A esto se dedica Milton en The Game Disease: crean coleccionables, personajes de un juego con sus características únicas, que el usuario adquirió en algún momento, y mediante este juego pueden poner ese NFT a stackear, es decir, a generar dinero utilizando la propia cripto del juego; que les permite comprar, por ejemplo, accesorios para ese personaje.

 

 

“El disko” 

La empresa Game Desease le implica a Sanz largas horas de trabajo, por lo cual tiene su arte un tanto relegado. La creación de la tapa del disco de Ca7riel le dejó desconectar de su laburo bastante lineal, como nos comentaba.

“Dejame hacer lo que quiera”, fue la única condición que puso Milton tras la propuesta de realizar la tapa del disco. Dejó correr su imaginación y usó este trabajo como manera de relajarse y descomprimir. La tapa tiene una fuerte impronta del artista, con algunos secretos escondidos que refieren a su vida personal.

 

– ¿Cómo repercutió en vos, sumergirte en este mundo? 

“Me cambió mi vida en todos los niveles”, dice Sanz. Aprendió que trabajar con NFTs rompe con todo lo tradicional: trabaja de noche y duerme de día, se levanta tarde y tiene horarios freelance. Pero, sobre todo, rescata el crecimiento y la relevancia de lo gráfico, y la posibilidad de seguir creando y viviendo del arte.

Sanz reivindica el hecho de que lo artístico y lo económico vayan de la mano. “Vivimos en un mundo donde nadie está por el arte, todos estamos por lo económico”, asegura. Para él, vivir del arte, la mayor parte del tiempo, resulta desmotivador porque la creación gráfica está infravalorada y, por eso, es necesario explotar estas nuevas herramientas del mundo digital.

 

Por Camila Fernández, Oriana Chale y Josefina Pilotti, estudiantes del Seminario Ciberculturas, ciclo 2022.